Musharraf da orden de disparar a los que causen disturbios

Un policía vigila una reunión religiosa en Peshawar (Foto. EFE)
photo_camera Un policía vigila una reunión religiosa en Peshawar (Foto. EFE)

El ejército y la policía de Pakistán tienen órdenes de disparar contra cualquiera que trate de interrumpir las elecciones del 18 de febrero, según ha afirmado el presidente Pervez Musharraf.

El ex militar recurre a la mano dura para tratar de frenar la escalada de violencia tras la muerte de Benazir Bhutto, mientras las fuerzas de seguridad se muestran incapaces de detener los atentados suicidas y el noroeste del país,en manos de las milicias islamistas afines a los talibanes, no obedece la autoridad del Estado.

Unas 50 personas han muerto por causa de los disturbios desde el asesinato de la líder opositora. Por eso Musharraf ha querido dar una imagen de autoridad y, en una reunión con varios hombres de negocios, ha prometido que no permitirá que las revueltas se repitan, aunque para eso tenga que recurrir a la fuerza. Habrá patrullas militares durante las elecciones y en los días posteriores.

Disturbios no, ¿y los atentados?
El presidente, que llegó al poder en 1999 gracias a un golpe de estado incruento, se olvida de los atentados islamistas que se han incrementado en estos tiempos de debilidad política y han causado casi 90 muertos en menos de un mes.

Las elecciones tienen como objetivo completar la transición hacia un gobierno civil, después de que Musharraf renunciase a su cargo en el ejército y los aliados de Pakistán (EEUU entre ellos) confían en que sirvan para traer estabilidad a este país con armamento nuclear. De las urnas saldrá un Parlamento y un primer ministro que gobernará en colaboración con Musharraf, actual presidente.

Su fecha inicial era el 8 de enero, pero el gobierno decidió posponerlas tras el asesinato de Benazir Bhutto. Son muchos los pakistaníes que cren que la violencia obligará a un nuevo aplazamiento.

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