No fue renovado por el club hace unos meses y, ahora, apura su talón para estar en el césped de Pasarón el domingo vistiendo la camiseta contraria. Nacho López (Oviedo, 1987) recalca el buen hacer del que fue su equipo y pide tiempo para el nuevo Salamanca.
Han pasado varios meses de su salida del Pontevedra y ya se ha asentado en Salamanca. ¿Cómo está?
Pues bien. Después de la temporada tan rara que nos tocó vivir en Pontevedra, con un final bastante amargo, salí de un lugar en el que estaba muy a gusto un poco por la puerta de atrás. La verdad es que nunca es gusto de nadie. Me hubiese gustado haberme ido de otra forma. El futuro me acabó trayendo a Salamanca, una ciudad muy futbolera también. Estoy muy contento por estar en este proyecto y ahora toca vivir esto con la ilusión intacta y unas ganas tremendas de hacer un buen año.
¿Se esperaba que no contasen con usted en el Pontevedra?
Esperado... sí y no. Sí porque pasaban las semanas y nadie del club te decía nada. Entonces te esperas lo que puede pasar. Veías que el teléfono no sonaba y ya contabas con que el Pontevedra no te iba a volver a llamar. Después de mucho tiempo sí que hubo una llamada de Roberto (Feáns), que fue totalmente banal porque es algo con lo que cuentas y tampoco te da una explicación del porqué. A algunos les gustaría y a otros no, pero yo creo que fui un profesional desde que llegué hasta que me fui. Siempre intenté ayudar y... fue una salida amarga. Estaba encantado en la ciudad, en el club, hice muchos amigos... y sí que me fastidió.
El Salamanca
"Somos un equipo con calidad. Pero este es un proyecto para ir con calma. Hay muchos nuevos que se tienen que adaptar"
¿Nadie le dijo por qué no contaron con usted? ¿Quizá pesaron las lesiones del último año?
Bueno, se tira siempre del Nacho López se lesionaba mucho. Pero los números dicen lo contrario. En todas mis temporadas hice 30 y algo partidos. Y esta última, si se hubiese acabado y hubiese jugado todo, hubiesen sido 28 partidos. Al final la gente que me conoce sabe que entreno al máximo, que soy un puto animal. No tengo freno. E igual peco de eso. Puedo entender que quizá los tiros hubiesen ido por mis lesiones, pero no lo comparto. Por parte del club nadie me dijo nada: simplemente nos dimos las gracias por los servicios.
Se va del Pontevedra, pero ficha en un proyecto muy ambicioso. ¿Cuánto ha tenido que ver el técnico Sergio Egea en su llegada?
Mucho. Es el principal motivo por el que estoy aquí. Me conoce de la época del Oviedo, sabe lo que le puedo dar y que además dentro del vestuario soy una persona a la que le gusta crear buen ambiente.
El proyecto es llamativo, pero coincidirá en que han comenzado dando una de cal y otra de arena.
Sí, totalmente. Es un proyecto para estar arriba. De puertas para adentro sabemos lo que tenemos y hay que ir con más calma. Somos un grupo nuevo, con mucha gente de fuera que se está adaptando a todo. Es un proyecto como para ir con mucha paciencia y darle su tiempo. Las prisas, como dice nuestro entrenador, no son buenas consejeras. Tenemos que tener paciencia y no volvernos locos. Sabemos que tenemos muy buena plantilla, pero todavía falta acoplar ciertas piezas para carburar.
Lo que pasa es que este curso hablar de paciencia...
Sí, la competición no da pie a ello. Pero al final los jefes mandan y optaron por esta opción. Hay que respetarla y a nosotros solo nos atañe trabajar y darlo todo en cada entrenamiento y en cada partido, así como intentar que la gente de fuera se adapte lo más rápido posible. Plantilla hay para hacer mejor las cosas, así que aún estamos a tiempo para dar un golpe sobre la mesa y decir a la gente: el Salamanca está aquí.
¿Cómo es este Salamanca?
Somos un equipo con calidad, con jugadores de mucha categoría que quieren tener el balón. Somos un equipo que disfruta con la pelota. Durante todos estos partidos tenemos momentos muy buenos y también muy malos, que son los que nos están lastrando un poco.
Si tiene minutos el domingo, se medirá las caras con Álex González.
Es de los pocos que quedan de años anteriores, sí. ¿Qué voy a contar de Álex? Si tengo la suerte de poder llegar y jugar el domingo, estaré encantado de sufrirlo. Sé que durante el partido me darán ganas de matarlo, pero con él tengo una relación muy especial. Me encanta poder enfrentarme a él y después del partido le desearé lo mejor. Aunque hablamos casi todas las semanas.
¿Le ha sorprendido toda la revolución que ha hecho el PCF?
Sí, es verdad que quedan muy pocos (Romay y Churre) con los que haya compartido más de un año. ¿Me extraña? Creo que la temporada pasada se pusieron las expectativas muy altas sin motivo. Teníamos un cartel que igual no nos correspondía. Y cuando un proyecto a priori tan ambicioso sale mal, lo normal es que las directivas den un giro drástico. Ahora el tiempo dirá si les sale bien o mal. De momento, el Pontevedra tiene muy buena pinta. Hizo un auténtico equipazo y tiene una pinta extraordinaria.
¿Qué tipo de partido espera?
De momento no hemos hablado mucho del partido. En la última semana intentamos corregir aspectos que nos habían faltado a nosotros. De cara a mañana –por este miércoles– ya empezaremos con pinceladas sobre el Pontevedra. Aún así, yo he visto varios partidos del equipo y creo que juega a lo que demanda la categoría: defender bien, bloque junto y con la calidad y la velocidad que tiene el equipo por fuera y arriba, ya está. Es lo que le está dando los resultados y creo que en Segunda B no hay que hacer dibujos. Así que me imagino que Jesús no cambiará de idea.
