Los narcos eligen delinquir en Galicia ante las bajas penas que se imponen

El último ejemplo se vivió este martes en Pontevedra: el responsable de un laboratorio para tratar heroína a gran escala salió de la Audiencia con una condena de un año y medio de cárcel ►Quince días atrás, Marino Giménez se fue 'de rositas' pese a confesar que robaba cocaína a otros narcos
Imagen inédita del laboratorio de heroína desmantelado en Vilanova. POLICÍA NACIONAL
photo_camera Imagen inédita del laboratorio de heroína desmantelado en Vilanova. POLICÍA NACIONAL

Todo para nada. Meses de investigaciones, policías jugándose la vida en vigilancias en solitario en lugares muy expuestos y frente a delincuentes armados, todo ello en aras de proteger la salud pública de los ciudadanos. "Si nos matan allí no se entera nadie". El Grupo de Tráfico Medio de Estupefacientes de la Comisaría, responsable de la operación Zeus, recibió este martes un mazazo inesperado tras conocer la condena impuesta a Celso M.G., responsable –confeso– de un laboratorio para el procesado de heroína con capacidad para suministrar la más dañina de las drogas a, como mínimo, las cuatro provincias gallegas. Un año y medio de cárcel –y seis meses más por tenencia ilícita de armas, en concreto, de una Beretta cargada y con silenciador que ocultaba en el lavavajillas– es el resultado del pacto sellado por la Fiscalía de Pontevedra y la defensa del investigado, que, además, incluye la absolución de su supuesto cómplice, dando por buena una declaración exculpatoria y autoinculpatoria vertida por el condenado, en la propia Audiencia, poco antes de que se firmase la sentencia.

Objetos incautados en el operativo contra un laboratorio de heroína. POLICÍA NACIONAL

El fallo traerá cola. El Ministerio Público, que alega que la instrucción de la causa no fue la mejor –proviene del juzgado de Pilar de Lara–, suprimió la agravante de notoria importancia –al reducir a pureza la heroína incautada, obviando la sustancia de corte–, tuvo en cuenta la atenuante de confesión y, por supuesto, las tristemente famosas dilaciones indebidas –retraso por el colapso judicial presente, en este caso, en Vilagarcía–. Con todo ello, ofreció una pena de un año y medio de cárcel por narcotráfico –cuando en principio solicitaría siete, dada la gravedad de los hechos– y seis meses por el arma. El acusado, encantado, plantó su rúbrica sobre el papel y abandonó la Audiencia Provincial como Pedro por su casa.

"Cualquier pobrecillo con cuatro papelinas recibe una mayor condena, y este tenía un entramado muy importante, te lo garantizo"

La Fundación Galega Contra o Narcotráfico, el único colectivo además de las Fuerzas de Seguridad que parece interesarse por estos asuntos, puso el grito en el cielo. La Policía no puede hacerlo a nivel oficial, pero en la Comisaría cunde el desánimo. Agentes que consiguieron detener a un ciudadano de Kosovo que transportaba la heroína hasta Vilanova y que tras las citadas vigilancias lograron llegar a todo un centro de tratamiento de la droga no se explican que su responsable tenga consecuencias mínimas. "Cualquier pobrecillo con cuatro papelinas recibe una mayor condena, y este tenía un entramado muy importante, te lo garantizo", detalla una fuente bien informada.

Imagen inédita del laboratorio de heroína desmantelado en Vilanova. POLICÍA NACIONALNo hay más que ver las imágenes del laboratorio, en el que además de un arma, Celso –que asumió toda la responsabilidad consciente de que iba a irse de rositas– tenía una prensa hidráulica industrial para la preparación de los paquetes, varias básculas de precisión, una importante cantidad de caballo y una aún mayor cantidad de sustancia de corte, además de distintos efectos empleados para el narcotráfico. No era un camello del tres al cuarto, ni mucho menos.

Sin embargo, nada se puede objetar del encaje legal de la pena impuesta. Como tampoco pudo hacerse hace quince días, cuando Marino Giménez, hermano del rey de los gitanos, abandonó la Sección Quinta con otra condena muy baja a tenor de la gravedad del delito cometido: tres años de cárcel por robar cocaína a otros narcotraficantes con un guardia civil como cómplice imprescindible.

Una vez más, las argucias de sus abogados, que lograron retrasar el proceso, unidas al colapso de los juzgados gallegos y a una legislación como mínimo discutible. Con todo, las Rías Baixas se han convertido en un escenario perfecto para toda clase de mafias.