Opinión

No dejan de sorprenderme

Luís Villares y Luís Rei. DAVID FREIRE
photo_camera Luís Villares y Luís Rei. DAVID FREIRE

YA LO decía mi colega Cuca. Esta semana de Carnaval es loca no, loquísima. Y mi agenda también. Claro, que por mucho que me guste la fiesta, tengo un compromiso con el teclado y con ustedes. Solo nos queda compaginar ocio y negocio, ya saben.

Eso mismo hacen muchos de nuestros políticos, que no se pierden una y han salido a las calles disfrazados como el que más. Les enseñaba este lunes la foto del popular César Abal, como un Freddie Mercury redivivo, y este martes les cuento que me quedé ojiplática al ver una foto de Anabel Gulías. Mi querida concelleira de Promoción Económica y Sétima Feira transmutó en un suerte de granjero que busca esposa (¿quizás Manolo?) acompañado de otras dos amigas ataviadas para la ocasión. Camisa de cuadros de leñador, peto vaquero, sombrero de paja y unas gafas de culo de vaso fueron suficientes para volverse irreconocible. ¡Tuvieron que perjurarme que era ella! Así se las gastan en Forcarei, ya saben.

Otro disfraz que me encantó fue el de Roi Márquez, de Somos Ponte Caldelas, que participó en un concurso con su mujer y su hijo. Él de ketchup, ella de mostaza y el pequeño de perrito caliente. ¡Ideal! Bien merecido.

Más discretos fueron el alcalde de Barro, José Manuel Abraldes, vestido de Inspector Gadget, y el concelleiro de Cultura, Roberto Rivas (sí, el de los roteiros de Pontevedra), que se disfrazó de chino a juego con su señora, María Jesús Castro. Un poco menos animados estuvieron en Poio. Pero vamos a ver. Que los ediles Marga Caldas y Chupi Lodeiro aun se pusieron una peluca rosa, pero Xulio Barreiro y Gregorio Agís, ni eso. ¡Ayy, que poco espíritu carnavalesco!

Termino con un chascarrillo. Este lunes se juntaron Luís Villares y Luís Rei en un comparecencia informal. Y ya ven qué casualidad, si hasta tenían encima la inicial. ¿M de Marea? Va a ser que no.

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