Opinión

Nostalgias y aplausos

El concelleiro de Deportes, Tino Fernández. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera El concelleiro de Deportes, Tino Fernández. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

SI HAY algo que me gusta de verdad, -además del pulpo á feira, la tortilla de patatas (con cebolla) y el cocido que hace mi madrina-, son los ejercicios de nostalgia. Por eso uno de mis apartados preferidos de Facebook es el de recordatorios. ¿Por qué les cuento esto? Porque resulta que el teniente de alcalde y portavoz del PSOE de Pontevedra, Tino Fernández, ha resultado ser otro nostálgico amante de los recuerdos gratos. Hoy se cumplen 30 años desde que el socialista participó en su primer piquete en una huelga general y ese tipo de cosas no se olvidan. El caso es que tal día como hoy hace tres décadas Tino andaba por el sindicato UGT con la ‘melena’ suelta y poco después fichó por el PSOE como militante. Quién le iba a decir que años más tarde sería uno de los líderes de la política pontevedresa.

Y hablando de políticos, los hay que no se amedrentan ni siquiera con una alerta roja y otra amarilla de MeteoGalicia. Los nacionalistas de Cerdedo-Cotobade son un buen ejemplo de ello. Ayer, el portavoz del BNG en este Concello, Ernesto Filgueira, y su compañero de partido Anxo Santomé estuvieron recogiendo las banderolas electorales colgadas durante la pasada campaña y ni siquiera las turbulencias que trajo Cecilia hasta la provincia fueron capaces de pararlos. Su intención es reutilizar este material en los próximos comicios, porque además los carteles no ponen el nombre ni la foto de la candidata del Bloque al Congreso por la provincia, Carme da Silva, así que sea quién sea el próximo candidato o candidata y sea cuál sea la cita electoral (la primera que toca es para las autonómicas), las banderolas servirán perfectamente. Así me gusta. Hablar de cuidar el medio ambiente reutilizando y reciclando está muy bien, pero hay que predicar con el ejemplo como hacen estos miembros del BNG de Cerdedo-Cotobade. Además así se ahorra, que tampoco está de más cuidar la hucha.

Y siguiendo con medidas estupendas, he aquí mi gran aplauso para la Universidade de Vigo, porque se ha convertido en la primera universidad gallega y la cuarta de España en disponer de salas de lactancia en sus tres campus para que sus trabajadoras y estudiantes puedan continuar con la lactancia materna cuando se incorporen a sus puestos tras el nacimiento de sus bebés. ¡Bravísimo! A ver si más instituciones públicas y empresas privadas toman ejemplo, que además de hablar de la igualdad también hay que aplicar medidas para hacerla efectiva.

Para despedirme, no me olvido de la concelleira de Cultura de Pontevedra, Carmen Fouces, que estuvo ayer de cumple; al igual que nuestra compañera de Diario de Pontevedra Chus Gómez. ¡Felicidades a las dos!

Comentarios