Nubes de incertidumbre en Pontevedra ante el Brexit

La salida de Reino Unido de la UE sin acuerdo pondría en peligro 7.650 empleos vinculados a la pesca. El metal gallego ya prepara opciones para paliar las posibles consecuencias negativas de un divorcio a las bravas y otros sectores estratégicos como el vitivinícola confían en que no les afecte
Un barco que faena en el Gran Sol, amarrado en el Puerto de Marín. DAVID FREIRE
photo_camera Un barco que faena en el Gran Sol, amarrado en el Puerto de Marín. DAVID FREIRE

Cuando falta poco más de un mes para que el 31 de octubre se consuma el tiempo disponible para el Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) sigue estando marcada por la incertidumbre. Aunque el divorcio a las bravas se ha visto obstaculizado por el dictamen del Tribunal Supremo de Reino Unido, que esta semana declaraba ilegal la suspensión de la Cámara ordenada por el primer ministro, Boris Johnson, las cosas no están nada claras.

El 19 de octubre es la fecha límite impuesta por el Parlamento británico para que Johnson encuentre una solución para la salida de la UE, y esta pasa por un acuerdo o por la obtención de una autorización del Parlamento para un Brexit duro. En caso contrario, deberá solicitar una nueva prórroga, en esta ocasión hasta el 31 de enero de 2020. Todas las incógnitas que se presentan no han hecho sino aumentar la incertidumbre, principalmente de índole económica, en toda Europa. Los sectores estratégicos de la provincia de Pontevedra no son una excepción y también manifiestan su preocupación por las consecuencias de un Brexit a las bravas.

PESCA

La posibilidad de una salida sin acuerdo preocupa especialmente al sector pesquero gallego, concretamente a los 130 buques que faenan en Gran Sol y Malvinas y a sus 1.700 tripulantes, sin olvidar a todos los eslabones de la cadena comercial. "Cuanto más nos acercamos al 31 de octubre más se incrementan las incertidumbres —señala Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi)—. Es muy difícil hacer planes de contingencia cuando somos un sector hiperregulado, lo que implica que tenemos que pescar en una determinada zona y determinadas especies. También está surgiendo la preocupación por los barcos que descargan en Irlanda a efectos logísticos, porque si se produce el bloqueo del Canal de la Mancha afecta también a los puertos irlandeses".

La situación de las pequeñas y medianas empresas (pymes) también es objeto de preocupación. "Una gran empresa puede aplicar planes de contingencia que suponen importantes gastos jurídicos, fiscales, laborales..., pero para las pymes es más complicado, sobre todo para aquellas que están acostumbradas a trabajar dentro del mercado único como estaba hasta ahora Reino Unido", explica.

Javier Touza: "Cada puesto de trabajo a bordo de un barco representa 4,5 puestos de trabajo en tierra"

Las consecuencias en el empleo son las que generan más temor. "Los 1.700 puestos de trabajo a bordo de los barcos pueden estar en riesgo, pero no solo eso, sino que cada puesto de trabajo a bordo de un barco representa 4,5 puestos de trabajo en tierra", destaca Touza. Ante esta situación tan compleja, en la que entran en juego "aspectos aduaneros, sanitarios, fiscales y laborales, entre otros", Touza apela a la unidad. "No nos queda otra que trabajar mano a mano con la Xunta, con la Administración central, con Bruselas, con asociaciones empresariales... Ahora más que nunca es imprescindible la unidad del sector y, cuando digo sector, me refiero a toda la cadena mar-industria que se va a ver afectada", afirma.

No obstante, Touza confía en "la posibilidad de, al menos, establecer un mecanismo transitorio para la resolución de la controversia, pero, por responsabilidad, a día de hoy tenemos que partir del principal escenario, que es un Brexit duro, incluso diría caótico, el 31 de octubre", concluye.

AUTOMOCIÓN Y METALURGIA

Otro de los sectores que se vería seriamente afectado por un Brexit duro es el de la automoción, uno de los motores de la economía gallega, ya que, según datos del Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (CEAGA) de 2018, da empleo a 22.300 trabajadores, principalmente en la comarca viguesa. Esta cifra supone un 13% del empleo industrial de Galicia.

Por sus vínculos con la automoción, también el sector metalúrgico está pendiente de la salida de Reino Unido de la UE. "Desde el sector industrial gallego vivimos con preocupación esta situación —señala Enrique Mallón, secretario general de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Asime)—. Con otras guerras comerciales internacionales es una de nuestras principales preocupaciones. De todos modos —precisa—, estamos preparándonos y, sea cual sea el final, la industria del metal gallego tendrá opciones para paliar las posibles consecuencias negativas".

Sectores como la pesca y la metalurgia están estudiando estrategias en el ámbito comercial, económico y jurídico

Y es que, recalca Mallón, Reino Unido "es uno de los mercados más relevantes para nuestras empresas, especialmente en el ámbito de la automoción y las energías renovables. En los últimos años hemos estado creciendo y creciendo en ese mercado. Por lo tanto, no podemos permitirnos ahora perder posicionamiento", afirma. En este sentido, el secretario general de Asime asegura que "empresas proveedoras de primer y segundo nivel en automoción y empresas estratégicas para España y para Galicia en el ámbito de la energía están estudiando las nuevas vías de colaboración, exportación y comercialización si finalmente cristaliza un Brexit duro".

De producirse un divorcio sin acuerdo, el principal temor del sector metalúrgico "es que tanto las empresas británicas como las gallegas puedan comenzar a involucrarse más en otros mercados dejando relegado al mercado británico, lo cual —recalca Mallón— no sería bueno para nadie". Por ello, destaca que "las administraciones públicas y las empresas y organizaciones empresariales llevamos meses trabajando ante la posibilidad del Brexit duro". Esta preparación les permite confiar en que "no haya consecuencias relevantes para la vida económica y social de los gallegos". Mallón pone también el foco en las relaciones diplomáticas y las gestiones de las administraciones públicas que, en su opinión, "serán también determinantes para canalizar bien las colaboraciones después del Brexit".

Respecto a los planes de contingencia, apunta que "las empresas de Asime están diseñando planes especialmente en el ámbito comercial y jurídico. Creemos que hay un buen asesoramiento y gracias a la profesionalización de nuestras empresas exportadoras sabremos cómo actuar. De todos modos —subraya—, no debemos confiarnos y hay que intentar que finalmente el Brexit sea razonablemente suave. Teniendo en cuenta que desde nuestro punto de vista uno de los principales perjudicados será el propio mercado británico".

AGRICULTURA Y GANADERÍA

El sector agroalimentario también sufrirá las consecuencias de una salida sin acuerdo. Así, el Reino Unido es el quinto país de destino de las exportaciones agroalimentarias españolas. El aceite, las frutas y hortalizas procedentes de Cataluña, Andalucía y Comunidad Valencian conforman el grueso de las exportaciones, por lo que los agricultores pontevedreses y gallegos en general no se verían tan afectados.

No obstante, Román Santalla, histórico sindicalista de Unións Agrarias (UU AA) en Deza, manifiesta su preocupación por una salida a las bravas que, en sus palabras, "non beneficia nada e aínda que en Galicia non teña un grande impacto directo o efecto triangular acábanos afectando". "Un brexit duro para nós é un elemento de preocupación porque as formas van trastocar unha relación normalizada despois de tantos anos —precisa—. Eu quero ser ben pensado e entender que as relacións comerciais vanse seguir mantendo, alomenos, nun primeiro momento e, a partir de aí, nunha segunda fase, nós esperamos que se manteña unha relación de preferencia".

Con respecto a la ganadería, la Asociación de Empresarios de Deza también resta importancia a la incidencia del Brexit en la comarca.

SECTOR VITIVINÍCOLA

Dentro del sector primario, en Galicia es el vitivinícola el que tiene más conexiones comerciales con el mercado británico. Así, en 2018 la Denominación de Orixe Rías Baixas vendió 1.465.879 litros a Reino Unido, convirtiéndose en el segundo destino internacional de sus caldos, solo superado por Estados Unidos.

Este dato confirma que las ventas en Reino Unido se consolidaron a pesar de la incertidumbre que genera el Brexit. Por eso, desde la DO Rías Baixas no lo viven con excesiva preocupación, ya que confían en que el consumidor inglés, acostumbrado a beber buen vino, siga haciéndolo aunque aumente su precio.

Reino Unido, el cuarto mercado
El Reino Unido es el cuarto destino más importante para las mercancías gallegas, detrás de Suiza, Francia y Alemania. En 2018 fueron 502 las empresas gallegas que le vendieron artículos. Esas exportaciones alcanzaron un valor de 1.610 millones de euros, la cifra más alta de la historia. A nivel provincial el dato ronda los 556 millones.

323 millones es el valor de las mercancías que llegaron a Galicia procedentes del mercado británico. No obstante, en el primer semestre de este año las exportaciones cayeron un 13%, desde los 855 millones del año pasado a los 747 de 2019.

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