La planta de compostaje que la Xunta proyecta desde el año pasado para la provincia de Pontevedra se construirá en Vilanova de Arousa. Así lo anunció este viernes la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, durante su comparecencia en el Parlamento gallego, donde avanzó que el municipio arousano acogerá el primer complejo de tratamiento de residuos orgánicos que se levante en Galicia después del que Sogama tiene en Cerceda.
Vázquez informó de que la nave podrá tratar hasta 15.000 toneladas de basura orgánica y tendrá capacidad para 7.000 toneladas de material estructurante, que es el que se empleará para crear compost. La de Vilanova igualará en tamaño a la planta de Cerceda y será mayor que las previstas en el Sur de Ourense y en el Norte de Lugo, para las que todavía no se ha confirmado una ubicación concreta. Estos últimos centros podrán recibir hasta 2.000 y 3.000 toneladas de restos de comida, respectivamente, para convertirlos en abono natural. De esta manera se disminuirá la incineración como único método para tratar los biorresiduos.
El complejo de O Salnés ocupará una superficie de 19.585,96 metros cuadrados en el polígono industrial de Baión, que la Xunta compró, a través de Sogama, a la empresa pública Suelo Empresarial del Atlántico (SEA). El organismo estatal, dependiente en un 83,44% del Ministerio de Transportes, vendió casi una manzana completa del parque (de las parcelas seis a la doce, incluidas) por 1.545.332,24 euros (sin IVA). Sumados los impuestos, la operación supera los 1,86 millones de euros.
A esta cantidad habrá que sumar ahora el coste de la nueva instalación, que aún no se ha precisado. La conselleira de Medio Ambiente aseguró que la de Vilanova y las plantas de compostaje previstas en las provincias de Lugo y Ourense contarán con un presupuesto de 25 millones de euros. De ellos, 18 millones están recogidos en los Orzamentos de 2021.
La titular autonómica también confirmó que el proyecto básico del complejo de "biorresiduos" se licitará antes de que remate el año. Este trámite será fundamental para diseñar cuáles serán las características de la instalación, que se levantará antes de la prevista por el Concello de Pontevedra en A Canicouva, anunciada hace cinco años y que en su día provocó el rechazo del PP.
El alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, reconoció el viernes a este periódico que aún no conocía los detalles del proyecto que el Gobierno gallego pondrá en marcha en su municipio. "Nos uniremos porque es obligatorio. Hay que cumplir una directiva europea. Reciclar y compostar es bueno. Sirve para mejorar el medio ambiente", señaló el regidor "popular".
La normativa comunitaria aprobada por la Unión Europea establece la obligación de que los biorresiduos se recojan por separado o se reciclen en origen antes del 31 de diciembre de 2023. Esto puede hacerse, por ejemplo, a través del compostaje, que es la alternativa que el Concello de Pontevedra inició en 2016 y que, desde entonces, ha avanzado tímidamente.
En paralelo al compostaje individual y comunitario, la capital provincial empezó este año un proyecto piloto de compostaje en el ámbito urbano a través de los contenedores marrones. La basura orgánica que aquí se recoge se deriva en la actualidad a Ourense, concretamente a la planta que Compost Galicia tiene en el municipio de Leiro.
La planta de Vilanova de Arousa dará servicio a las localidades "del eixo atlántico Sur". "O obxectivo é aumentar as taxas de reciclaxe e o acceso dos concellos a este servizo", indicó Vázquez, que avanzó que su departamento también ampliará las cinco plantas de transferencia que hay en la comunidad, de las que una de ellas está en A Lama. A estos centros son los que van los camiones de la recogida municipal a dejar la basura en contenedores de mayor capacidad para transportes a larga distancia.
"PARALIZADO". La operación del polígono de Baión fue valorada ayer de forma positiva por la gerente de SEA. "Este es un ejemplo de la importancia de la colaboración institucional entre el Gobierno de España y la Xunta de Galicia", aseguró Beatriz Sestayo, que destacó que el parque de Vilanova, que estaba «paralizado», experimentará en 2021 un gran avance con el asentamiento de nuevas empresas.
La última de ellas es un proyecto de Vinova Group, una firma vinculada a los propietarios de la cadena de tiendas Congelados Cíes, que ocupará 19.229 metros cuadrados del parque vilanovés.
