Un nuevo vado en A Porteliña obliga a suprimir varias plazas para aparcar

La Xunta de Galicia exigió la supresión de estacionamiento en un margen de 10 metros
Aspecto que presenta el emplazamiento tras el pintado del cebreado y la instalación de pivotes. DP
photo_camera Aspecto que presenta el emplazamiento tras el pintado del cebreado y la instalación de pivotes. DP

El estacionamiento vuelve a ser motivo de polémica en Poio, esta vez en uno de los núcleos de San Salvador. Vecinos de la avenida de A Porteliña expresan su malestar por la supresión de varias plazas de estacionamiento en el margen derecho de la PO-308, en dirección hacia Pontevedra.

Hace unos días, en este espacio, donde hasta entonces solían aparcar diferentes vehículos, se habilitó un cebreado y la colocación de varios pivotes, impidiendo así que los conductores puedan dejar en esa zona sus automóviles. Aunque parte de las iras se centran en el Concello de Poio, el Gobierno local aclara que estas medidas fueron exigidas por la Xunta de Galicia, a raíz de la solicitud presentada por un particular para habilitar un vado en este emplazamiento. La Administración autonómica remitió entonces un escrito, en el que enumera las condiciones que debe cumplir dicho vado para que se haga realidad. Entre ellas, se advierte de que será necesario elminar aparcamientos "nunha lonxitude de 10 metros inmediatamente anteriores ao aceso, mediante cebreado da beiravía e colocación de balizas que impidan o estacionamento". Si bien para cumplir con este requirimiento es necesario solicitar autorización al Ayuntamiento, este último se limita a cumplir con lo que establece la Administración autonómica, que es titular de la carretera.

OTROS REQUISITOS. En el expediente también se especifica que las obras no podrán afectar a la calzada ni provocarán el corte del tráfico "en ningún dos sentidos de circulación". Además, el plazo para ejecutar los trabajos es de seis meses (el escrito fue remitido a finales del pasado mes de abril).

La concelleira de Seguridade Cidadá, Marga Caldas, explicó que el Concello "ten a obriga de cumprir o que establece a Xunta", pero deja claro que no comparte las medidas exigidas para poder ejecutar el vado. "Se cada vez que un veciño solicite este servizo na PO-308 se van a eliminar tantas prazas para estacionar ao final o que se vai a conseguir é provocar un grave prexuízo para os propios cidadáns", advierte la edil del Bloque Nacionalista Galego, que entiende que "deben existir criterios para habilitar os vados, pero non que coleven a supresión destes espazos".

Además, Caldas Moreira también muestra su sorpresa por los requisitos exigidos al particular en el expediente, cuando existe un escrito previo, de enero de este año, en el que la eliminación de plazas para aparcar solo tendría que afectar a una extensión de seis metros, cuatro menos de los propuestos meses después.

El malestar vecinal es tal que algunos locales del entorno han iniciado una recogida de firmas para reclamar nuevas plazas de aparcamiento.

Informe municipal como posible solución
La Concellería de Seguridade Cidadá insiste en que la última palabra sobre esta actuación la tiene la Xunta de Galicia. El departamento municipal está dispuesto a emitir un informe para tratar de reducir el espacio de 10 metros exigido por la Administración autonómica.

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