"Torear en una Plaza como la de Pontevedra es un privilegio"

▶ Hace una semana repitió una faena cumbre como la que volteó la temporada en La Maestranza de Sevilla en el mes de mayo. Pablo Aguado se ha convertido en la sensación del año
El torero Pablo Aguado. PABLO AGUADO
photo_camera El torero Pablo Aguado. PABLO AGUADO

SU NOMBRE ES el que está marcando el año taurino. Ese nombre nuevo, de alguien diferente al habitual escalafón, que convulsiona la temporada con algún instante que todo lo trastoca. Pablo Aguado (Sevilla, 1991) dio el aldabonazo bien pronto, cuando el 10 de mayo en su casa, en La Maestranza, donde siempre soñó triunfar y flanqueado por Morante de la Puebla y el peruano Roca Rey (casi ná), cortó las cuatro orejas de sus oponentes con dos faenas que lo convirtieron en el nuevo rey de Sevilla, "en un diálogo eterno con Pepín Martín Vázquez. La faena de su vida, de la feria y de muchas ferias", en palabras del crítico taurino de El Mundo, Zabala de la Serna. Esa faena, que responde al sentimiento que uno lleva por dentro, es la que busca todo torero y de nuevo volvió a surgir, hace unos pocos días para Pablo Aguado en la Feria de Las Colombinas en Huelva. Otro triunfo, otra faena que marca una temporada y un modo de ser y de estar que lo sacó a hombros de la plaza por los aficionados. Una alegría que espera repetir el sábado en su salida de San Roque.

¿Qué siente alguien que ha decidido dedicarse al toreo tras tardes como la de Sevilla o la reciente de Huelva? 

Se siente la recompensa a tanto sacrificio y a tantos miedos que pasa un torero, por eso esas tardes son la recompensa a esos otros momentos. 

Imagino que sobre todo esa tarde de Sevilla, en su ciudad, y en una plaza como La Maestranza sería un momento inolvidable en su carrera. ¿Después de varios meses como recuerda aquella tarde?

Como algo único, el poder triunfar en la plaza con la que uno sueña, en la que se ha entrenado y sentirse torero, sobre todo, poder torear como a ti te gusta y que todo esto te llene, con independencia del público, pero que te llene a ti en ese marco, en un día tan importante y con esos dos compañeros, pues es algo inolvidable y que me llevaré para toda la vida. 

¿Cómo definiría Pablo Aguado su toreo? 

Esa pregunta es a la que ningún torero le gusta responder, pero sí me gusta que el toro pase despacio, intentando hacer las cosas lo más cerca posible. 

Me gusta que el toro pase despacio, haciendo las cosas lo más cerca posible

Usted, un torero tan joven, es posible que tenga amigos que no son taurinos, ¿cómo les explica en qué consiste este mundo?

Sobre todo les intento invitar a que conozcan lo que es una tarde de toros y, a raíz de ese conocimiento, pues puedan juzgar mejor sí les gusta o no les gusta, que no se dejen influir sólo por los estereotipos o por comentarios de quienes nunca han ido a los toros. Siempre les intento infundir el respeto entre unos y otros, a los que les gusta y a los que no. 

¿Quienes han sido sus referentes en el toreo?

Otra de las preguntas que nos cuesta responder a los toreros. Son tantos que alguno se queda fuera siempre. Te nombraré toreros como Curro Romero, Camino, Manzanares padre, Curro Vázquez, Emilio Muñoz, Espartaco, Ojeda...serían tantos y tan distintos entre sí. Se aprende de todos. 

¿Qué ve Pablo Aguado cuándo se coloca ante un espejo?

Intento ver a un hombre que sigue  sus principios, que es fiel a lo que siente y y en ese sentimiento orgulloso de mí mismo. 

¿Qué piensa cuando se ve junto a grandes figuras del toreo en los carteles de esta temporada?

Pues una motivación añadida, a la vez que una presión. Ya que uno siempre sueña con estar en esos carteles. 

Ante su presencia en Pontevedra ¿le han contado algo sobre el ambiente que se respira en la plaza?

Siempre me han hablado maravillas de esa afición, como muy cariñosa, que va a los toros con mucha alegría y ganas de disfrutar, pero sobre todo que recibe a los toreros con mucho cariño. 

¿Qué le interesa a Pablo Aguado fuera del mundo del toro?

Mi gran afición es la caza, siempre me ha gustado mucho, aparte, por supuesto, del toro. 

¿Que le diría a la afición de Pontevedra sobre lo que puede encontrarse el próximo sábado si deciden ir a verle torear?

Verán a un torero que intenta hacer las cosas tal y como las siente en cada momento y, sobre todo, a alguien disfrutar del privilegio de torear en una plaza como la de Pontevedra.

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