Pablo Álvarez Montesinos: "Estoy marcado por los destrozos humanos que vi en Angrois"

Un pontevedrés coordinó la evacuación de la mayor catástrofe ferroviaria de la historia de España. Años después, desde su despacho en el edificio administrativo de la Xunta, recuerda aquellos momentos y habla de sus nuevas ocupaciones como jefe de la Policía Autonómica

El jefe de la Policía Autonómica en Pontevedra, Pablo Álvarez Montesinos. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Pablo Álvarez Montesinos. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

En su etapa en Santiago de Compostela se produjo la mayor catástrofe ferroviaria de la historia, el accidente de Angrois. ¿Qué recuerda de aquello?

Lo padecí. Fui el responsable de la evacuación durante el accidente. Fue el momento más duro de mi vida profesional, y eso que había vivido de cerca muchas cosas, como atentados terroristas de ETA o muertes en la frontera de El Tarajal, en Ceuta.

Sería terrible...

Lo que vi allí... (pausa) Aún hoy estoy marcado por los destrozos humanos que vi en Angrois. Por otra parte, tengo la satisfacción del trabajo que se hizo. Si no fuese día 24 de julio, una jornada especial con gran presencia de fuerzas de seguridad en Santiago, no hablaríamos de más de 80 fallecidos, hablaríamos de más de 100.

"En Angrois se evitaron muchas muertes por amputación gracias a la colaboración de todos, ciudadanos incluidos"

¿Cómo fue la evacuación?

Fue rápida. Se evitaron muchas muertes por amputación gracias a la colaboración de todos, incluidos los ciudadanos de a pie, pero las imágenes que vi allí no las borraré en mi vida. Tuve que activar la circular 50, que es la que indica que se podría tratar de un atentado terrorista, pero rápidamente la desactivé gracias a la labor de los Tedax. Fueron 45 minutos cruciales y la gente se arriesgó, porque al principio pensábamos que podría haber bombas.

¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta en su nuevo puesto en la Policía Autonómica?

Los retos más importantes que tenemos son el problema de los incendios forestales, la violencia de género, el furtivismo, que combatimos no solo desde aquí, sino también desde la unidad central, que está en Santiago de Compostela, y el asunto de los menores, muy delicado y que debería preocuparnos a todos los ciudadanos. Ellos son el futuro de nuestro país y se les debe prestar una especial atención.

"El asunto de los menores es muy delicado y debería preocuparnos a todos los ciudadanos"

 

La violencia de género es uno de los asuntos más complicados. ¿Cuál es su tarea?

Tenemos una relación muy estrecha con la Policía Nacional y la Guardia Civil, que llevan más años en el tema. Nosotros conocemos bien el entorno de las ciudades. Es importante la colaboración con todos ellos y con la Policía Local. Aparte de nosotros, todos los agentes sociales deben trabajar en la misma dirección. La Policía colabora pero no somos la solución, que está en la formación de los jóvenes y de los padres.

Otra de sus competencias es la vigilancia del consumo de alcohol por parte de menores.

Cada vez estamos más en contacto con los locales de ocio, que han sido inspeccionados en multitud de ocasiones. Es un tema prioritario para nosotros el controlar la venta de bebidas alcohólicas a menores. El deterioro cognitivo que sufren estos jóvenes acarrea un gran perjuicio a la sociedad en general. Estos controles se hacen prácticamente todas las semanas, en especial jueves, viernes y sábados, los días en los que sale la juventud a la calle. Los empresarios están concienciados de que tienen que evitar la venta de alcohol a menores. En cuanto a los supermercados, es más difícil de controlar, aunque están advertidos de ello.

"La Policía colabora (en violencia de género) pero no es la solución, que está en la formación de los jóvenes y los padres"

 

¿Qué se está haciendo para prevenir incendios como los de octubre pasado?

Antes de los últimos incendios de octubre llevábamos una etapa de sequía bastante grande en la comunidad. Además, en aquellos días dio sus últimos coletazos un huracán que trajo vientos muy secos, que influyeron mucho en el proceso. Hasta octubre había funcionado bien la prevención, porque apenas había habido incendios. Los medios se están poniendo. Pueden ser más, pero creo que hay que concienciar a los ciudadanos de que esta es nuestra tierra y la tenemos que cuidar. Se están inspeccionando las franjas de seguridad, tanto en municipios como en gasolineras o viviendas ubicadas en las proximidades de las zonas arboladas. Nosotros inspeccionamos todo el monte, bosque y matorral para detectar las franjas que hay que sanear.

Hablemos de pesca furtiva. ¿Qué lleva a una persona a dedicarse a ello en Galicia?

Influye mucho la situación económica del furtivo. En la comunidad hay mucha gente en paro a la que lo que ingresa a lo largo del mes no le llega. Esto hace que haya personas que aparte de sus ocupaciones habituales se dediquen a recoger percebes o almejas. Ese es el pequeño furtivo. Después existen organizaciones, mucho más preocupantes. El pequeño furtivo tiene su importancia porque le está quitando el pan a los que están pagando por esa labor. La investigación está centralizada en Santiago, lo que permite que tengamos efectivos para realizar operaciones. Nosotros hacemos inspecciones en O Morrazo y O Salnés, pero la investigación la dejamos para el personal más preparado, que está en Santiago.