Recuperarse rápidamente es el reto, teniendo en cuenta el peso del sector turístico y la proximidad del verano.
¿Cuál es la situación actual?
Tenemos autónomos que no pueden desarrollar su actividad y se pueden acoger al cese por estar obligados y tienen que tramitar un documento muy simple. Hay un grupo, de unos 600.000, que tienen que justificar una reducción en su facturación del 75% para solicitarlo. A unos y a otros, el Gobierno les entrega el 70% de su correspondiente base de cotización y no pagan la cuota.
¿Y los que tienen empleados?
Tenían dos posibilidades. La primera era acogerse a un Erte. Ahora misma solo es para las actividades que figuran en el decreto anunciado el sábado pasado. En todas las derivadas de la construcción, fontanería, electricidad y otras. Los trabajadores tienen que parar obligatoriamente, y ese descanso es remunerado, que paga el empleador, y el trabajador se lo devolverá en horas extras o en cambios de días de vacaciones.
¿Será factible esta fórmula?
Tenemos que actuar con responsabilidad. Si es así, una vez que termine este período y se reestructure la dinámica económica, lo razonable sería buscar una fórmula para que los trabajadores pudieran compensar el sacrificio que también supone para el contratador por una imposición legal. Tenemos que ser consecuentes con la situación en que estamos, que es de máxima alerta y fragilidad, por lo que todos tenemos que aportar para darle para adelante a la economía, ya que será muy difícil. Este país necesitará un auténtico rescate de la Unión Europea para salir de la situación en la que nos encontramos en estos momentos.
"Algunos medios fomentan la desinformación ,y las medias verdades están provocando confusión"
La Unión Europea no parece muy dispuesta a ayudar.
La Unión Europea, como siempre, tarde, mal y a rastro. El problema es que se trata de un aparato absolutamente difícil de mover, en el que el inmovilismo de su administración y de sus políticos convierte en una rémora cualquier tipo de decisión urgente que se debe de adoptar. Ahora mismo, España e Italia ya tendrían que estar siendo ayudadas con un plan económico que aliviara la situación que se va a producir como consecuencia de la emergencia en el ámbito sanitario. Cuando finalice el confinamiento, este país necesitará recuperar rápidamente la producción industrial. Somos un país enfocado al turismo, al ocio y al sol, la época estival está ahí y tendrá que ser un acicate.
¿Cómo valoran las medidas adoptadas por el Gobierno los autónomos que representa Upta?
Llevo dos semana negociando, prácticamente a cualquier hora del día, con los ministerio de Seguridad Social y Trabajo y con los asesores de Moncloa. Los hay que entienden que esta situación es tremendamente delicada y que las respuestas que dan las administraciones son las más adecuadas desde el punto de vista de su prontitud, y otros que están muy preocupados, más por su situación económica que por la sanitaria y, por lo tanto, son mucho más críticos. Ambos tienen sus argumentos y son razonables.
¿Tienen claros sus derechos?
Se ha fomentado la desinformación. Parece que a base de repetirlas en algún medio de comunicación, las medias verdades se convierten en verdades, y esto lleva a la confusión. Este exceso de información, unido a la cantidad de horas se pasa frente a los televisores o enganchados en las redes sociales, hace que, al final, se encuentren con informaciones que son completamente contrapuestas.
¿Cómo se está viviendo esta situación de emergencia de puertas adentro de la Upta?
Nosotros tenemos la friolera de 87 técnicos distribuidos por toda España. Solamente en Galicia contamos con cinco, que se pasan el día levantando el teléfono y atendiendo llamadas, y no de nuestros asociados, porque están informados desde el minuto cero de absolutamente todo lo que va sucediendo y cómo se gestionan el cese de actividad y las ayudas financieras y fiscales. Pero también estamos asesorando a miles de personas que se encuentran absolutamente desorientadas. Incluso, en muchas ocasiones, los asesores administrativos tienen tal volumen de trabajo que no son capaces de atender la demanda y recurren a nuestra organización para que los ayudemos.