ES COMPLICADO que aquellos que no la hayan sufrido puedan llegar a comprender lo mal que lo pasan quienes ven limitada su autonomía a consecuencia de una hernia discal. Tareas tan sencillas como atarse los cordones de los zapatos pueden convertirse en toda una odisea, o incluso morder una manzana, y la consecuencia de tropezar con un obstáculo es una sensación parecida a una descarga eléctrica.
Realizada esta breve exposición, estoy convencido de que quienes no se vieron nunca en este aprieto entenderán mejor el motivo por el que la concelleira del grupo municipal socialista de Pontevedra Paloma Castro defendió de pie una moción durante el Pleno celebrado por la Corporación. Y es que estar sentado tampoco es factible para quienes la sufren. Que se lo pregunten a ella.
Y dicho esto, la edil del PSOE planteó una cuestión que no es ajena a casi nadie, sobre todo a aquellas personas que realizan la compra, porque cuando distribuyen los productos adquiridos se percatan de la enorme cantidad de plástico usado como envoltorio de los mismos.
De acuerdo que, unos más que otros, reciclamos, pero cualquier con dos dedos de frente sabe que no basta y que lo que se impone es reducir su utilización por el bien del planeta, porque si acabamos con este no podremos largarnos a otros con viento fresco.
Bueno, puesto lo que solicitó Paloma Castro es la reducción del uso de las bolsas, que resulta tan alegre como irracional. Pues nos sumamos a su petición, y desde este rincón del periódico le expresamos nuestros mejores deseos de que el postoperatorio resulte lo más llevadero posible y que la operación quirúrgica a la que fue sometida recientemente le permita recuperar la completa movilidad muy pronto y disfrutar de las actividades al aire libre ahora que se acerca el verano (o eso parece).
