Las parejas retrasan las bodas a agosto y al otoño

Desde este lunes pueden celebrarse bodas, de hasta 100 invitados en exteriores y 50 en interiores, pero la obligatoriedad de las mascarillas y la distancia de seguridad disuade a los novios de darse el 'sí, quiero' por ahora
Rubén Paz y su socio, Fernando, este lunes, organizando material de los eventos en su nave de Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera Rubén Paz y su socio, Fernando, este lunes, organizando material de los eventos en su nave de Pontevedra. GONZALO GARCÍA

El amor no se suspende, pero la celebración puede esperar. Pese a que la fase 2, que comienza este lunes, permite celebrar bodas, las parejas prefieren esperar a que la crisis haya menguado un poquito más para sus enlaces. Las mascarillas, la obligatoria distancia de seguridad, el límite de invitados y el miedo al contagio que todavía persiste son algunos de los motivos por los que las bodas no vuelven. La práctica totalidad de las parejas con planes de boda para este verano ha cambiado la fecha para más allá de finales de agosto, el otoño e incluso para 2021.

"Foi un golpe, eu pasei de ter a axenda chea ata mediados de xullo a que de repente caísen todos os encargos. Pero penso que temos que ser positivos, o amor segue aí, non se suspende, así que esperamos poder celebrar esas vodas a finais deste ano ou o próximo verán". Lo explica la creadora de Sanxenxo Andrea Area, que tiene un estudio creativo con su mismo nombre en el que diseña invitaciones, mapas de mesas, se encarga de la fotografía y la edición de vídeo de eventos e incluso ofrece su voz como vocalista del grupo The Gypsy Souls en bodas y otros eventos.

PLAN B, C y D
​Hay parejas que han reservado hasta cuatro fechas por si llegado el día no se puede celebrar el esperado enlace

Los requisitos para celebrar un enlace durante estos días son muchos. El número de invitados no puede superar los 50 si es en interior y 100 en exteriores. Además, sigue siendo necesario mantener la distancia de seguridad y utilizar mascarilla. Para el catering y los aperitivos hay también normas que modifican los enlaces. No se permiten mesas de aperitivos y estos se deben servir de forma individual, se complican los brindis, los bailes y hasta los abrazos. "Eso de que se permitan las bodas no es del todo cierto, puedes hacer una ceremonia y, como mucho, un banquete, pero no la fiesta", explica Rubén Paz, de la empresa de organización de bodas El Mono con Sombrero.

En su caso, la mayoría de los enlaces están reprogramándose para los meses de octubre y noviembre después de haber tenido que cancelar unas 40 bodas por la pandemia. "Nosotros no vamos a ponernos en marcha hasta finales de agosto y, de todas formas, tenemos pensado pedir a las parejas que nos firmen un contrato conforme al cual no nos haremos cargo de las irresponsabilidades que puedan cometer los invitados. Nosotros no somos la policía", explica Paz.

Cuando la crisis por el coronavirus comenzó, El Mono con Sombrero justo acababa de hacerse con un espacio en Aguete para celebrar eventos al que bautizó Los Tres Monos y al que todavía no ha podido sacar rendimiento. "Es un lugar con vistas panorámicas y ha supuesto una inversión grande, lo bueno es que la gente nos sigue pidiendo presupuestos", cuenta.

La avalancha de cambios de fecha supuso también un trabajo extra del que, además, los socios no obtienen ingresos. "Trabajamos con profesionales que nos dan la opción de aplazar sin costes, hay que tener en cuenta que en una boda participan diferentes sectores y hay que hacerlos coincidir a todos", explica.

LOS MÁS PEQUEÑOS
Plastilina de usar y tirar y juegos para lavarse las manos con frecuencia: nueva normalidad en la animación de eventos

Por eso, lo más difícil es buscar nuevas fechas sin la certeza de que, cuando llegue ese día, se vaya a poder celebrar la fiesta. Según las empresas del sector, hay parejas que tienes hasta cuatro fechas reservadas por si van fallando o hay rebrotes. "Eso es lo más difícil porque es algo que no puedes controlar, nos toca ser flexibles y a veces hasta hacer de psicólogos porque la mayoría de la bodas se organizan con un año de antelación y hay muchas ganas e ilusión que se ven truncadas, aunque hay que decir que la mayoría de los novios son muy comprensivos". Lo explica Paula Salgueiro, organizadora de eventos de Elefantes de Cacharrería. Para ella, el futuro va a ser muy complicado ya que la nueva normalidad no será demasiado amable con el sector. "El mundo de la cultura y los eventos va a pasarlo mal, una boda pierde sentido si no se puede compartir con gente, por eso creo que nuestro trabajo no va a ser como antes", explica.

RESTAURACIÓN. La hostelería y los establecimientos dedicados a acoger este tipo de celebraciones sufren también el parón por la pandemia y no tienen previsto ponerse en marcha hasta que esté bien entrado el verano. Iñaki Bretal, chef de O Eirado da Leña, explica que recibió alguna petición para volver al trabajo y celebrar una boda y un cumpleaños pero tuvo que decir que no. "Deume lástima por non poder atender aos clientes, pero non podo sacar aos traballadores do Erte para un evento en concreto", cuenta el popular maestro cocinero.

Gustavo Sobral, del restaurante y catering Mochi, explica que la finca no acogerá eventos hasta principios de julio. La primera boda de la temporada, si se mantiene, está prevista el 18 de julio. "La mayoría de enlaces se pasaron para el verano del año que viene, ninguno para el otoño. Lo que sí celebraremos en septiembre y octubre serán comuniones", cuenta Sobral.

ANIMACIÓN. Los eventos como bodas y comuniones movilizan a multitud de sectores que se han visto afectados por el aluvión de cancelaciones. De este modo, Isabel Naveiro, de BBC Eventos, que se encarga de animaciones infantiles en bodas y comuniones, prepara protocolos para los próximos eventos en los que participe. "De momento lo veo muy difícil, porque ahora mismo una boda tendría que celebrarse con la gente sentada en asientos intercalados, por ejemplo, y nadie quiere una ceremonia así", cuenta.

Aún así, se ha puesto manos a la obra. "Vamos a aplicar medidas a las pocas bodas y comuniones que haya este año, como la desinfección de materiales. Si utilizó globos, abriré el paquete en el momento y la plastilina será de un solo uso para que no pase de un niño a otro. Además, ya he retirado el taller de maquillaje porque, aunque desinfecte brochas, la pintura es imposible", explica.

También prepara juegos y dinámicas para mantener la distancia entre los niños, como colocar aros en el suelo para que los pequeños permanezcan en el interior o la introducción en los propios juegos del hábito de lavarse las manos.

Por lo de ahora, su agenda está vacía hasta julio. "Ese mes me quedan dos eventos y están en el aire, una boda y una comunión. Esta última espero celebrarla, pero con el enlace tengo dudas", asegura. Y es que las dudas y la incertidumbre son lo que más abunda desde la llegada de la Covid-19.

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