Las parroquias lucen sus mejores galas con motivo de la celebración del Corpus Christi. Visten sus atrios con alfombras florales, una tradición muy arraigada en feligresías como las de San José de Campolongo y San Vicente de Cerponzóns, que este domingo engalanaron el entorno de sus iglesias con vistosos tapices naturales para realzar las procesiones del Santísimo.
El equipo de alfombristas de Campolongo dedicó las últimas dos semanas a preparar el material con el que confeccionó el alfombrado (tulla, bog, mimosa, "xesta" y pétalos de hortensia) "con muchísimo cariño y con el único deseo de alabar al Santísimo", apuntó Maricarmen Pérez Conles, una de las voluntarias que colaboró en esta iniciativa. "Además de conservar esta tradición artística y religiosa -subrayó-, esta labor nos ha permitido estrechar aún más los lazos de amistad en la parroquia". Al mismo tiempo, manifestó su deseo de que los jóvenes se vayan implicando para dar continuidad a esta iniciativa que se mantiene desde hace más de tres décadas.
La decoración del atrio de San Vicente de Cerponzóns en la festividad del Corpus es una tradición que se conserva desde hace 37 años y que ha pasado de generación en generación. En esta ocasión los diseños de las alfombras florales giraron en torno a la celebración del milenio de la feligresía, cuya primera referencia escrita es de 1019.
Hubo un homenaje al cura párroco, Manuel Míguez Redondo, que hace 37 años fue el responsable de impulsar en esta parroquia la tradición de elaborar las alfombras florales
Así, el grupo de alfombristas de la parroquia elaboró un alfombrado que abarcó una superficie de un kilómetro cuadrado y una longitud de 260 metros lineales alrededor del templo parroquial. El material utilizado fue pampullo, mimosa, eucalipto, camelio, magnolio, carozo, pepitas de las uvas y cáscara de pino.
Entre las creaciones se encontraba un dibujo que representaba el dibujo de un documento antiguo donde aparece por primera vez la denominación 'Serpentiones'.
También hubo un homenaje al cura párroco, Manuel Míguez Redondo, que hace 37 años fue el responsable de impulsar en esta parroquia la tradición de elaborar las alfombras florales. La figura del sacerdote, que se encuentra convaleciente y que realizó un trabajo de investigación que concluye que se hace referencia a 'Serpentiones' en un documento del Rey Alfonso V (en el que se confirman posesiones de la diócesis de Santiago, de fecha de 30 de marzo de 1019), fue uno de los motivos plasmados en uno de los tapices florales que realzaron la procesión del Corpus y que tuvo como principales protagonistas a los jóvenes que recibieron su Primera Comunión.
Santiago Peregrino de O Burgo fue otra de las parroquias que este domingo celebró el Corpus. Tras la muerte hace un año de su sacerdote, Luis Alcántara, el alfombrado natural que en su tiempo decoró las calles por las que discurrió la la procesión se limitó, en esta ocasión, a dos pequeños tapices junto a la entrada de la iglesia.
