"Podemos utilizar este momento para conectar con nosotros mismos"

La crisis del coronavirus ha modificado también la forma de consultar de los profesionales de la psicología que están más pendientes de sus pacientes. La pontevedresa Patricia Lacunza propone encarar la situación de forma positiva. "Más despacio, más consciente, más conexión, es mi lema"
Patricia Lacunza, psicóloga. DP
photo_camera Patricia Lacunza, psicóloga. DP

La crisis ha cambiado la forma en que nos relacionamos. También la manera en la que los psicólogos pasan consulta, ¿no?
En mi caso no ha sido un cambio radical, porque ya trabajaba vía online. Sí que es cierto que a los pacientes de Pontevedra normalmente los veía de manera presencial, pero tengo pacientes en todo el mundo: en Canadá, Alemania, Reino Unido, Marbella... Aquí estamos muy acostumbrados a que no haya distancias y vamos a todas partes andando, las consultas suelen ser presenciales... Sin embargo, entre el 60 y 70 por ciento de los pacientes han aceptado hacer las sesiones online. Es cierto que a la hora de establecer el vínculo paciente-terapeuta es más fácil en persona.

Las consultas virtuales no son recomendables en todos los casos.
Algo fundamental a la hora de hacer las sesiones vía online es que sea la forma adecuada, eficaz y segura. Antes de hacer las sesiones tenemos que hacer una evaluación para determinar si es conveniente o no. Hay que ver cuáles son las necesidades de cada paciente, cada terapia, que no haya distracciones, que nos permita tener nuestra intimidad... Es muy importante estar tranquilos y crear ese ambiente de intimidad y de burbuja de seguridad.

¿Qué le dicen sus pacientes? ¿Cómo les está afectando la situación de confinamiento?
Depende mucho de cuál ha sido su patología anterior. Por ejemplo, acabo de trabajar con una paciente que es hipocondríaca y ha detonado. También depende de cómo es la persona. Hay personas que son muy extrovertidas, que se relacionan con muchísima gente, que están todo el día fuera de casa y para las que esta situación resulta complicada. Hay otras personas que tienen otro ritmo, acostumbradas a trabajar desde casa, que no están de cara al público... para ellas el cambio es menor. Las reacciones de miedo son lo más normal del mundo, ya no solo por estar confinados, sino también porque hay un virus en el ambiente, una pandemia y no sabemos qué va a pasar. Tener miedo es lo más normal del mundo. Otra cosa es cómo lo afrontamos.

¿Qué consejos da a sus pacientes para sobrellevar esta situación?
Más despacio, más consciente, más conexión. Ese está siendo mi lema en esta crisis del coronavirus. Tenemos que ir más despacio. Vivimos en una sociedad con un ritmo acelerado que hace que no nos planteemos cosas básicas. Ahora tenemos un parón obligatorio que nos permite vivir con más calma y a la vez hace que seamos más conscientes para hacer una evaluación y ver qué tipo de relación tengo en casa, con mis amistades, si me gusta mi trabajo... Eso nos sirve a la hora decidir cómo relacionarnos tanto nosotros como con nuestro entorno.

Parece que queremos seguir manteniendo ese ritmo vertiginoso...
Eso es porque muchas veces no sabemos hacerlo de otra manera. Todo este tipo de iniciativas están muy bien porque precisamente por estar acostumbrados a ese ritmo solo paramos cuando estamos enfermos. Un frenazo radical puede enviarle el mensaje a nuesta mente de "cuidado, algo pasa porque no estamos como siempre". Y ahí puede aparecer una sintomatología ansionsa. Sin embargo, si tenemos una rutina, cuando te levantas te duchas, te cambias de ropa, no vives en pijama... Envías al cerebro señales de que hemos desacelerado el ritmo, pero no hemos parado. Hay que tratar de afrontarlo de forma positiva.

¿Cómo se puede encontrar la cara positiva al confinamiento?
Podemos utilizar este momento para conectar con nosotros mismos o con nuestros seres queridos, para hacer un acercamiento positivo, para aprender algo nuevo, para cuidarnos... Cada uno debe ir viendo qué es lo que le ayuda a estar bien. Hay que entender que esto que es algo que va a pasar, que es algo temporal y eso a nuestra mente también la tranquiliza.

RECOMENDACIONES. "A LOS PEQUES HAY QUE TRANSMITIRLES UNIDAD Y HACER QUE SE SIENTAN IMPORTANTES"

¿Qué recomendaciones hacen para afrontar esta situación con personas mayores?
Hay algunas recomendaciones que valen para todos: buscar información de fuentes fiables, evitar la desinformación o el tomar -hasta cierto punto- con humor la situación. Para las personas mayores que la información llegue por fuentes fiables es fundamental. Después hay que decidir si vemos esto como una limitación que nos han puesto desde fuera o como una decisión propia. Si lo vemos como una limitación constante a algo que queremos provoca más angustia que si vemos que es nuestra decisión: yo me comprometo con mi entorno y tomo la decisión de quedarme en casa.

¿Y con los niños?
A los peques tenemos que explicarles qué está pasando y normalizar su reacción. Ellos necesitan estar al aire libre, jugar con sus amigos... Es normal que se sientan mal y hay que transmitírselo. Y transmitirles también una sensación de unidad, que vamos a conseguir matar a ese bichito entre todos. Se trata también de fomentar el equipo, de hacer que se sientan importantes.

También será diferente la forma de abordarlo con quienes ya sufren ansiedad, depresión...
​Esta situación hace detonar muchas patologías, de ahí que sea positivo que exista una buena comunicación con sus terapeutas. Quiero agradecer el trabajo que están haciendo desde los colegios oficiales de psicólogos, en este caso el de Galicia, a la hora de asesorarnos en cómo proceder ante esta situación tan particular.

Comentarios