Opinión

¡Pescados en la red!

COMIENZO este artículo sobre política como no podría hacerlo de otra manera, ya que esta semana que hoy finalizamos nos ha marcado a todos los españoles y españolas que llevamos a gala la práctica de la democracia, ya que por encima de las ideas están las personas, y este pasado viernes dejaba de latir el corazón del que llamaban “el tercer león” del Congreso de los Diputados, Alfredo Pérez Rubalcaba; al que humildemente le quiero brindar un homenaje a través de estas letras, con una especial mención de pésame a su familia en la persona de su viuda Pilar Goya, y a la otra que componen sus compañeros del PSOE. Los que me conocen saben que siempre me referí a él como un “hombre de Estado” y un ejemplo a seguir como político, y les he de decir que como persona aun era más grande, ya que yo le conocí y conmigo siempre fue un SEÑOR.

La triste noticia del fallecimiento de este gran estadista se producía 15 horas después del inicio de la campaña electoral para los próximos comicios que nos volverán a llevar a las urnas de nuevo en apenas un mes: aunque no por ello la trascendencia de estas elecciones es menor, ni mucho menos, ya que debido a su magnitud pueden representar casi una “segunda vuelta” o quizá “una nueva oportunidad para decidir” ante las celebradas el 28 de abril; por ello la participación debe ser masiva; y el voto que cada uno de nosotros emita, debería hacerse con la razón y el convencimiento, por encima de sentimentalismos, revanchismos y espectáculos varios. Nos jugamos demasiado.

Yo que soy una usuaria diaria del trasporte público, durante mis idas y venidas oigo de todo; y les confieso que me encanta, ya que es la manera de estar al día y conocer los verdaderos problemas de la gente; por ello no pocas veces me he planteado la siguiente pregunta, “¿hasta qué punto la práctica de comunicar en la política española actual sigue estando en conexión con la ciudadanía?”

Hoy manda y mucho la realidad virtual exhibida a través de las Red; y aunque es simplemente eso, virtual, cada día gana adeptos de un lado y de otro, es decir, de los que “ofertan” y de los que “demandan”, y ello se hace patente a través de los adornos colgados segundo a segundo por todas y cada una de las formaciones políticas en Internet; lo que, dicho sea de paso, puede conducir no en pocas ocasiones a una sobreinformación en donde a veces es muy complicado, aún para los que interactuamos en ella y con alguna experiencia y formación en “la cosa pública”, el discernir entre un “fake”, una “broma” y la realidad de la información veraz.

Ya es innegable que las cosas están cambiando y las campañas no tienen pistoletazo de salida “el día D a la hora H”, ahora comienzan desde mucho tiempo antes solo basta ver las redes sociales de los precandidatos donde sin decirlo abiertamente hacen fotos, vídeos y declaraciones de cada paso que dan y cada reunión que tienen; visitan lugares y colectividades que si no fuera por la necesidad de captar hasta el último voto pasarían desapercibidos; y a veces basta con crear una imagen certera sin tan siquiera pisar la calle; por eso la gran importancia de las Redes Sociales para sus campañas.

Parece que lo que funciona ahora es la política espectáculo a través de las cuentas de FACEBOOK, YOUTUBE, INSTAGRAM o TWITTER, y es ahí donde el campo de la comunicación y marketing políticos multiplican sus campos de acción dando cabida a mezcolanzas capaces de atraer a todo tipo de seguidores; y es así como la información se mezcla con el entretenimiento a fin de resultar atractivo para, principalmente satisfacer a sus adeptos, además de propiciar infinidad de subgéneros con el único objetivo de “pescar en la Red”.

Aunque soy de los que dudo que la publicidad electoral tradicional es cosa del pasado, (especialmente en las elecciones municipales), está claro que cada vez más, los canales digitales influyen de manera determinante en los movimientos sociales, el activismo y, por ende, en la participación electoral.

Debido a todo esto, el marketing político digital se extiende más allá de la promoción de candidatos, partidos y plataformas electorales en Internet incluyendo teléfonos móviles, publicidad gráfica, marketing en motores de búsqueda, plataformas, comunidades de usuarios y grupos como los de “WhatsApp” o cualquier otra forma de medios digitales.

Las inversiones económicas por parte de los partidos son cada vez mayores en este ámbito. “El fin justifica la multiplicidad de medios”, ya que el objetivo que ansía cualquier formación política que concurra a unas elecciones es la de arañar votos, y cuantos más mejor; y tanto sus jefes de comunicación, como sus candidatos, son conscientes de la importancia que tienen las Redes Sociales para le gente hoy en día, ya que tanto una persona que se dedique a las labores de casa, como un “milenial” usan este cauce de comunicación como parte de un estilo de vida. Y eso precisamente, es lo que les permite “paquetizar” unos mensajes a medida que no resulten invasivos o molestos, y así llegar con campañas dirigidas para cada segmento de “mercado” con su estrategia y mensaje “ad hoc”.

Parece todo muy artificial, pero así es como se trabaja hoy día, aunque implica entender que los medios digitales no son una extensión de la mercadotecnia ni un nuevo canal de comunicación. La estrategia electoral requiere entender toda la diversidad y complejidad de esta herramienta, abarcando tanto su desarrollo tecnológico, como los efectos que tienen en la evolución psicológica, social, política, conductual e ideológica de los ciudadanos.

Efectivamente estamos ante una época de cambios y un cambio de época, y aunque todos seguimos necesitando de la comunicación personal, no me cabe la menor duda que muchos de los indecisos de última hora, ahora más que nunca son votantes “pescados en la RED”.

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