Pibe derriba la puerta

El extremo izquierdo de Cambados ha disputado once de los últimos doce partidos de Liga ▶ Su constancia le ha permitido superar el ostracismo de las once primeras jornadas sin jugar

Pibe en una acción del partido contra el Navalcarnero. RAFA FARIÑA
photo_camera Pibe en una acción del partido contra el Navalcarnero. RAFA FARIÑA

La temporada no empezó bien para Pibe. En verano, el Pontevedra se había reforzado con dos extremos contrastados, Pedro Vázquez y Javi López, y había sellado la continuidad de Álex González. Sabía que sería difícil asomar la cabeza.

El primer partido lo escuchó por la radio. El segundo lo vio desde la grada. Las semanas se sucedían y Pibe seguía comunicándose por carta con la titularidad. Agachaba la cabeza y continuaba trabajando día a día, con la misma motivación que cualquier futbolista imprescindible.

"Al final no vale de nada bajar los brazos, porque le estás dando al entrenador la posibilidad de escoger otras opciones", reconocía el martes recordando su tortuoso comienzo del campeonato. "Por eso seguí trabajando, para que Luismi sepa que aquí hay un chaval que lo está dando todo y que está preparado".

"No vale de nada bajar los brazos, porque le estás dando al entrenador la posibilidad de escoger otras opciones"

El secreto del resurgir de Pibe no es otro que el su tenacidad. Muchos se habrían aburguesado en la rutina de la grada en la décima primera jornada. Pero el zurdo argentino no. Sabía que su esfuerzo tenía dos beneficiados: él y la empresa para la que trabaja, el Pontevedra. "Había entrenado al máximo para que, cuando llegase la ocasión, pudiese estar al mismo nivel físico de los compañeros".

Y en la decimosegunda jornada fue la ocasión. Disputó su primer encuentro frente al Deportivo Fabril. Luismi le concedió ocho minutos. No fueron demasiados, pero no era cosa de ponerse exquisito después de tanto tiempo alimentándose de vacío.

Durante seis encuentros consecutivos, el exterior del Pontevedra se convirtió en una de las rotaciones obligadas de Luismi. Pibe había saltado el primer listón. El segundo lo superó en la Copa RFEF, su competición, en la que más ha brillado, el año pasado y éste.

"Hay que aprovechar los minutos. Si no es en liga, que sea en la Copa; intentar marcar goles y seguir trabajando".

Lo de los tantos lo dice con conocimiento de causa. Ha hecho tres en lo que va de curso. Un golazo en liga y dos que han sido vitales en el torneo del KO. Ambos a domicilio, han servido para que el PCF haya avanzado de ronda contra el Langreo y el Navalcarnero.

"Lo mejor era seguir en el Pontevedra, porque es un gran club y voy a tener los minutos que quiero"

Pibe devuelve a la Copa todo lo que la Copa le ha dado a Pibe. El año pasado no solo devolvió la vida a un vestuario que olía a cadáver, sino que recuperó a hombres, como él, que al final del curso colaboraron de forma necesaria en la permanencia del Pontevedra. "Nos ayudó a igualar el nivel de la plantilla, nos permitió alcanzar el nivel físico y de motivación necesarios para afrontar el final de la campaña".

Hoy toca una nueva cita con la Copa RFEF, la ida de los cuartos de final, ante un adversario exigente, el Cornellà. "Cuando llegas a este momento, todo es más bonito. Si se puede ganar dos años consecutivos, que no sea uno".

El muchacho la vive como un niño con zapatos nuevos. Ha demostrado estar a punto. Ha disputado todos los duelos coperos y once de los últimos doce partidos de liga, dos como titular. Ante el Unión Adarve logró su brillante diana liguera.

Ahora está viviendo un año para disfrutar. "Por la posición que ocupamos, es diferente, todo el mundo está alegre".

En invierno pudo salir. Álvaro Bustos encarece su competencia. "Cuando llega el mercado siempre hay rumores. Es cierto que tuve ofertas y clubes que se interesaron por mí, pero creí que lo mejor era seguir en el Pontevedra, porque es un gran club y voy a tener los minutos que quiero. Quiero ayudar a esta gran plantilla, tanto en lo deportivo, por los jugadores, como en lo humano, por las personas".

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