Nunca llueve a gusto de todos y, en el caso de las obras urbanas, siempre hay ciudadanos que se sienten mucho más perjudicados que los demás. Es lo que ha ocurrido con la reforma del puente de O Burgo, iniciada hace meses, para llevar a cabo una profunda remodelación, que variará parte de su estética y lo acondicionará a la actual normativa.
Este proceso obligó, el pasado día 8, a restringir el paso de peatones sobre el viaducto, una medida que ya se había anunciado desde el Concello cuando se informó de las distintas fases de la obra pero que no ha sido hasta ahora cuando ha tenido repercursión. Concretamente han sido los comerciantes del centro histórico, a través del Centro Comercial Urbano Zona Monumental, los que se han dirigido al Concello para plantearle una alternativa que permita seguir compatibilizando los trabajos con el tránsido de personas.
"Por este puente cruzaban a lo largo del día muchos vecinos de la zona de O Burgo y de otras parroquias, que estacionan sus vehículos por la zona. Este corte provocará que muchas de esas personas cambien sus rutinas diarias y entren en la ciudad sin tener que pasar por nuestra zona monumental, lo que supondrá una gran pérdida para nuestros asociados", indica el colectivo.
El puente de O Burgo se acondicionará a la actual normativa
El CCU es consciente de que "las obras hay que sufrirlas y que el Concello debe cumplir sus plazos para no perder los fondos europeos" pero plantea que se habilite "un pequeño paso peatonal mientras dure la reforma".
