El fraude en los aparcamientos llega hasta los difuntos

La Policía ha detectado en 2018 cinco casos diferentes de individuos que emplean tarjetas para el estacionamiento en zonas reservadas para personas con movilidad reducida cuyos propietarios han muerto ▶El uso de documentos caducados y las fotocopias son otros fraudes típicos en Pontevedra, aunque los agentes municipales explican que "los ciudadanos que no tienen acceso a las tarjetas respetan las normas"

Una plaza reservada del centro de la ciudad. JAVIER CERVERA-MERCADILLO - Plazas para personas con discapacidad
photo_camera Una plaza reservada del centro de la ciudad. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

La Policía Local se ha propuesto erradicar el fraude de las personas que, sin escrúpulo alguno, emplean tarjetas para personas con movilidad reducida con el único fin de estacionar sus vehículos en las zonas que más les interesan, normalmente en el centro de la Boa Vila. Las investigaciones han determinado que existe un número relevante de individuos que se sirven de la picaresca para aparcar. Han constatado, además, que la punta de lanza de la estadística de lo que llevamos de 2018 refleja unas prácticas "escandalosas", según la Policía, y "lamentables", según los colectivos de personas con movilidad reducida: cinco personas distintas han sido cazadas empleando los documentos de familiares muertos para estacionar en los citados espacios reservados.

La Policía Local de Pontevedra ha intervenido en lo que llevamos de 2018 doce tarjetas por su uso fraudulento (a una media muy elevada, cercana a una por semana), lo que supone el 33 por ciento de las denuncias por estacionamiento en estas áreas dispuestas para las personas con movilidad reducida. Los motivos, además del citado relacionado con familiares muertos, destaca la utilización de tarjetas caducadas, algunas de ellas con muchos años sin vigencia alguna (cinco casos), el empleo de una fotocopia que suplanta al documento original y la utilización del mismo por parte de un allegado que no tiene ningún tipo de dificultades para la deambulación, algo permitido solo en el caso de que esté trasladando al titular de la tarjeta.

Los infractores se aprovechan de que las multas son bajas: 200 euros que se quedan en 100 y la tasa de enganche de la grúa

 

Los agentes municipales explican que, en líneas generales, "los ciudadanos que no tienen acceso a las tarjetas suelen respetar las normas". La mejor muestra de ello son las estadísticas, que indican que el número de denuncias por hacer uso de estos espacios sin la debida autorización descienden año tras año. Así, en 2017 solo supusieron el 1,3 por ciento del total de sanciones por aparcamiento indebido (157 infracciones), una cifra que, si se mantiene la tendencia, será aún inferior en el ejercicio actual. Sin embargo, sí es una gran preocupación para la Policía el uso fraudulento, que sigue creciendo a pesar de las constantes actuaciones de los agentes.

Uno de los aspectos que influyen es la escasa cuantía de las multas por este tipo de fraude, pues los infractores tan solo se exponen a la intervención de la tarjeta (que, si es propiedad de un familiar fallecido, ya no tenía validez alguna) y a una multa de 200 euros que, si se paga en menos de un mes, se queda en 100, más el enganche, si es que se produjo, de la grúa municipal.

La Policía Local se ha encontrado de todo, hasta personas que fingen una discapacidad cuando salen de su coche

 

El control de estas prácticas es muy laborioso y requiere varios días de seguimientos a los sospechosos para confirmar las infracciones, pues los agentes tienen que acreditar que la persona que comete el fraude no lleva ni va a recoger a una persona con movilidad reducida. Los agentes ya se han encontrado casos de personas que fingen una discapacidad cuando se apean del vehículo.

Paulo Fontán: "É o máis lamentable que se pode facer, dun egoísmo e falta de empatía superlativos"

Uno de los colectivos que representa a más personas con discapacidad en la comarca de Pontevedra, Amizade, mostró este miércoles su repulsa ante las prácticas fraudulentas que, con cada vez mayor frecuencia, llevan a cabo individuos que hacen uso de tarjetas para el estacionamiento en plazas reservadas para personas con movilidad reducida.

Su portavoz, Paulo Fontán, explica que "é o máis lamentable que se pode facer, o emprego dunha tarxeta dun familiar. Amosa un egoísmo e unha falta de empatía superlativos". Fontán señala que el asunto es aún más grave dado que los infractores "dalgún xeito viven de preto esta problemática, que nalgún momento padeceron os seus familiares", por lo que, asegura, "é aúnda máis lamentable".

"Entendemos que é difícil a comprobación destes feitos porque implican seguementos de varios días para comprobar o uso fraudulento"

 

Amizade, que lleva algún tiempo denunciando toda clase de irregularidades en este sentido, añade que "entendemos que é difícil a comprobación destes feitos porque implican seguementos de varios días para comprobar o uso fraudulento. Despois está a picaresca de moitas personas que, cando son dectacadas, din que van buscar a algún familiar con mobilidade reducida".

Por otra parte, Paulo Fontán rompe una lanza en favor del trabajo de los agentes municipales. "Valoramos de forma moi positiva o seu traballo. Sabemos que teñen un importante compromiso con ese tema".

Sobre el gran comportamiento que, por lo general, muestran otros ciudadanos, Fontán señala que "hai moitos anos non era o habitual, pero agora temos pouco aparcamento indebido. É certo que custa ver un coche estacionado nestas zonas que non teña a tarxeta nun lugar visible".

En muchos de esos casos, sin embargo, el documento es fraudulento. "Que o faga alguén que teña un caso na propia familia paréceme incomprensible".

Amizade desarrolla periódicamente acciones visibles para sensibilizar a los ciudadanos para que no estacionen en las plazas reservadas a través de campañas informativas.

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