Los socorristas llegarán más tarde de lo habitual a las dos playas fluviales de Pontevedra. El servicio se pondrá en marcha el próximo 29 de junio en el arenal de Ponte Sampaio y a partir del 1 de julio en el del río Lérez. En ambos casos, los vigilantes permanecerán hasta el 8 de septiembre.
El horario de trabajo de estos profesionales será el mismo de siempre: de 12.30 a 20.30 horas. En el caso de la playa de Lérez el servicio se mantendrá durante todos los días de la semana, pero en la de Ponte Sampaio solo estará activo durante los sábados, domingos y festivos. Además, en este último los vigilantes dependerán directamente de Cruz Roja.
La vigilancia en Lérez será durante todos los días de la semana y en Ponte Sampaio solo los sábados, domingos y festivos
La llegada del buen tiempo ha llevado al Concello a iniciar su plan de mejora de estas zonas. Los trabajos, que incluyen la playa de Os Praceres, la única con salida al mar del municipio, consisten en tareas de limpieza, aporte de arena, retirada de algas, reposición y reparación del mobiliario urbano y la instalación de balizas para definir las áreas de baño.
La playa fluvial del Lérez ocupa una superficie de casi tres hectáreas, concretamente 29.400 metros cuadrados. Su zona de baño abarca 6.076 metros cuadrados y tiene un uso intensivo en época estival. De hecho, este arenal es utilizado por una media diaria de 800 personas durante los meses de julio y agosto, según datos del Concello.
Este espacio fue construido gracias a una cesión de la Dirección General de Costas a Pontevedra para crear un área de baño. Después de las obras pertinentes, la playa fluvial (la segunda del municipio tras la de Ponte Sampaio) se inauguró oficialmente en junio de 2009. La empresa Hidroscivil-Bético Galaica fue la encargada de hacer los trabajos por 469.000 euros.
La constructora pontevedresa Covsa llevó a cabo una mejora integral del arenal y sus accesos en 2018. La actuación contó con un presupuesto de 2229.684,38 euros.
Aunque sí dispondrá de servicio de socorrismo, la zona no podrá contar con kiosco. El Concello no ha logrado sacar adelante el concurso para reabrir esta instalación, que no interesó a ninguna empresa. Este espacio cuenta con una superficie de 24 metros cuadrados, de los que 5,45 metros se destinan a zona de venta y el resto para aseos mixtos adaptados a personas con movilidad reducida.
La alternativa que se estaba estudiando desde el Ejecutivo municipal es la de colocar una food truck de forma temporal.
