El Concello de Poio, en alerta por el aumento de toxicómanos por A Caeira y Boavista

El tripartito analizará el problema que señalan los vecinos.

Uno de los tramos en donde se ha detectado la presencia de personas consumiendo estupefacientes. DAVID FREIRE
photo_camera Uno de los tramos en donde se ha detectado la presencia de personas consumiendo estupefacientes. DAVID FREIRE

La Xunta de Goberno Local del Concello de Poio analizará este martes la petición registrada el viernes de la semana pasada por parte de la recién creada Agrupación Vecinal de A Caeira y Boavista, respecto a la necesidad de exponer la preocupación por el mayor tránsito de drogodependientes por los barrios citados en su camino hacia la zona de O Vao.

Aunque el Gobierno Local anunció la pasada semana que se convocará unha Xunta de Seguridade en la que se pretende que participe la Subdelegación de Gobierno tampoco se ha precisado hasta el momento la fecha de la misma, aunque la intención del tripartito es la de analizar con prontitud el problema que señalan los vecinos.

NUEVAS RUTAS. A este respecto, fuentes municipales señalaron que, inicialmente, a falta de conocer con más detalle la situación, no parece que se haya registrado un repunte en la actividad de consumo de estupefacientes en las últimas semanas, sino que lo más plausible es que las personas que consumen y adquieren las sustancias ilegales hayan cambiado su antigua ruta hacia los puntos de venta de dichas sustancias.

Así, si antes era frecuente ver a este tipo de consumidores en la PO-308 o en la zona de A Xunqueira de Alba, caminando hacia O Vao por el nudo de la autopista, en los últimos tiempos, su presencia en esa zona parece ser menos frecuente. Los nuevos caminos, sin embargo, discurren por una zona habitada y más frecuentada, en la que empiezan a encontrarse evidencias del consumo y en la que los vecinos de ambas zonas temen que se generen situaciones de inseguridad ciudadana.

El lugar más frecuentado, de hecho es la escalera entre Antelo e Mariño y Rúa Illa de A Toxa, un punto en el que hasta han aparecido pintadas contra la presencia de toxicómanos.

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