El Concello de Poio velará por el cumplimiento de la ordenanza municipal que regula la actividad de los furanchos. El alcalde, Luciano Sobral, anunció ayer que el Gobierno municipal llevará a cabo inspecciones periódicas para comprobar que los responsables de los loureiros no incumplen el horario establecido ni ofrecen especialidades gastronómicas que se salgan de las cinco propuestas acordadas en su día.
El regidor nacionalista mantuvo una reunión con una decena de furancheiros de la villa para transmitirles esta decisión. Al término de la cita, Sobral mostró su confianza en que los cosecheros se ciñan a la normativa. ''Comprometéronse a cumprir co regulamento'', indicó. El encuentro tuvo lugar pocas semanas después de que la Asociación de Hosteleros Poio-Mar denunciase que algunos loureiros de la villa abren durante más horas de las permitidas y ofrecen a sus clientes tapas calientes. A este respecto, Luciano Sobral reconoció que ''ata o de agora non temos constancia de que se cometesen infraccións. Coas inspeccións poderemos confirmar se todos estes negocios cumpren coa normativa''.
Será la Policía Local la encargada de pasar revista a las instalaciones. La Administración municipal se plantea la posibilidad de establecer turnos extra para poder llevar a cabo esta actividad, ya que el cuerpo de seguridad no dispone de servicio nocturno. El alcalde admitió que ''é necesario para que se poida comprobar se efectivamente algún loureiro non pecha á hora prevista ou vende tapas que non se axustan ao establecido no regulamento''.
Sobral dejó claro que el sector hostelero no está en contra de los furanchos. ''Non existe oposición a esta actividade sempre e cando se respecte a legalidade'', concluyó el regidor.
