Despidió el Poio Pescamar el año con un triunfo in extremis, de esos que saben a gloria. Llegó el gol a falta de poco más de un minuto del final después de una segunda parte en la que fue superior pero no vio puerta.
Tuvo que aparecer Daniella Sousa para decidir el encuentro aplazado ante el Viaxes Amarelle y propiciar la primera victoria a domicilio de las chicas de Dani Díaz después de dos meses.
Los tres puntos, en un encuentro que comenzó con más de media hora de retraso después de que no se realizara designación arbitral para el partido y hubiera que avisar a una pareja de colegiados de A Coruña para dirigir la contienda, permiten al cuadro pontevedrés acabar el año en la quinta plaza.
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