Terminó en O Morrazo la pretemporada del Pontevedra con un empate (0-0) ante el Alondras, que, desde el punto de penalti, se adjudicó el XX Trofeo Vila de Cangas, cerrando, por su parte, el equipo granate la preparación estival sin perder ningún encuentro. El entrenador del Pontevedra, Luismi Areda, dejó a muchos de los pesos pesados de la primera plantilla viendo a sus compañeros desde la grada para darles descanso debido la cercanía del debut liguero en Salamanca.
La primera parte fue de muy pocas ocasiones, si bien el Pontevedra fue quien manejó la posesión y pisó con mayor frecuencia las inmediaciones del área rival. Javi López, por la banda derecha, fue el más activo del cuadro granate. Sus centros tras cabalgada lateral o a balón parado representaron lo más repetido antes del descanso.
El vasco Arruabarrena peinó uno de esos centros, superada la media hora de juego, para protagonizar la primera ocasión del partido. Poco después, fue Álex González, con un disparo raso desde la frontal, que intentó deshacer el empate inicial, pero el portero del Alondras, Martín, estuvo seguro.
La segunda parte dio un giro al guion. El Pontevedra perdió potencial y poso en el campo a medida que se fueron retirando del terreno de juego los integrantes del primer equipo, mientras que el Alondras se hizo fuerte. En esos momentos, el portero del equipo granate, Rubén, tuvo mayor protagonismo al realizar dos intervenciones importantes en los primeros minutos y desbaratar todo lo que le vino después ante la presión local. Con el típico carrusel de cambios durante el segundo período, el Pontevedra se fue quedando sin jugadores de la primera plantilla en el césped. Pese a ello, los visitantes aguantaron el empate.