Pontevedra pasa a ser la undécima provincia con el diésel más caro de España

Hace un año, solo en Baleares el gasóleo de automoción tenía un precio de venta más elevado. Ahora, aunque aquí cuesta un céntimo más por litro que en julio de 2018, ya hay otras diez provincias donde llenar el depósito resulta todavía más gravoso

20190507_GGARCIA_03-08
photo_camera Una de las gasolineras de la ciudad de Pontevedra. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Millones de vehículos abarrotaron estos días las carreteras gallegas y del resto del Estado en el que ha sido uno de los fines de semana con más movimientos del año. La segunda operación salida, sumada al retorno de los que tuvieron sus vacaciones en la primera quincena del mes de julio, no solo ha dejado ciertas retenciones en las principales vías de comunicación del país, sino también cuantiosos ingresos en las estaciones de servicio.

Este verano, sin embargo, los conductores que se desplazan por las carreteras gallegas ya no pagan los carburantes más caros de la España peninsular. Basta con echar un vistazo a los datos de 2018 para darse cuenta: en julio del año pasado, Galicia era la segunda comunidad autónoma con el gasóleo de automoción más costoso del país y la tercera en cuanto a la gasolina de 95. El primero de estos combustibles se pagaba entonces a una media de 1,257 euros por litro en las gasolineras gallegas y el segundo rondaba los 1,340. En ningún otro punto del Estado, salvo en Baleares, el diésel resultaba más caro y solo los asturianos, además de los conductores del archipiélago mediterráneo, se tenían que rascar más el bolsillo que los gallegos para llenar sus depósitos de gasolina.

Lejos de bajar, desde julio de 2018 los precios del gasóleo en tierras gallegas han subido en media dos céntimos por litro y los de la gasolina tres, pero a los conductores les puede quedar el consuelo de que, al menos ahora, las estaciones de servicio de la comunidad autónoma ya no son las más caras de España.

OSCILACIONES. El último informe mensual del Geoportal de Gasolineras del Ministerio para la Transición Ecológica indica que la comunidad autónoma ocupa el sexto puesto, por detrás de Baleares, Asturias, País Vasco, Cantabria y Madrid. En lo que respecta a los rankings provinciales, en solo un año Pontevedra ha pasado de ser la segunda con el diésel más caro de España a ser la undécima, Lugo ha pasado del tercer puesto al noveno; Ourense del quinto al séptimo y A Coruña del cuarto al vigesimoprimero, marcando la mayor diferencia.

La mitad del precio de la gasolina se corresponde a impuestos

Eso sí, en las cuatro provincias resulta más caro llenar el depósito que hace un año, aunque no toda la ganancia se queda en las cajas registradoras de las gasolineras. En España, de acuerdo con el último boletín publicado por el Ministerio, el 52,3% de lo que pagan los conductores por la gasolina de 95 corresponde a impuestos y en el caso del gasóleo de automoción, estos constituyen el 47,6% del precio de venta al público. En esos porcentajes se incluyen factores como el IVA (que en los carburantes es del 21%), los tipos estatales general y especial del Impuesto de Hidrocarburos (IH) y el tipo autonómico.

Hablando en euros, si no fuese por las tasas, los conductores gallegos pagarían solo unos 66 céntimos por cada litro de gasolina y 67,6 céntimos por litro de gasóleo. Aunque las sumas llaman la atención, lo cierto es que en toda la Unión Europea no hay muchos países que apliquen menos porcentaje de gravámenes a los carburantes que los que se fijan en España. En el caso de la gasolina solo son siete y en el diésel, únicamente cuatro (Bulgaria, Luxemburgo, Malta y, curiosamente, Portugal, aunque allí la diferencia con nuestro país es minúscula).

IMPUESTOS. Y, ¿cuáles son los demás factores que determinan cuánto cuestan los carburantes? En los estados con precios libres, se forman en función de variables como la cotización internacional de crudos y de otros productos utilizados en la composición de los combustibles, la cotización de la divisa frente a la moneda en la que cotizan el crudo y esos productos (en este caso el euro frente al dólar), los citados impuestos vigentes y el margen de distribución y comercialización. Las tres primeras variables las fijan los mercados, los impuestos los fijan los gobiernos y el margen restante las empresas comercializadoras. Todo esto provoca que dentro de una misma comunidad autónoma o incluso en la misma provincia haya importantes diferencias entre unas estaciones de servicio y otras.

A la hora de determinar el PVP de los carburantes, los responsables de las gasolineras no solo tienen en cuenta la locación geográfica y las posibilidades de atraer clientes de sus negocios, sino también las relaciones con las compañías petroleras, así como su situación y relación empresarial (propiedad, abanderamiento, exclusiva, etcétera). A esto se suman las políticas de marketing y la competencia, entre otras variables. Con todo esto encima de la mesa, en ocasiones los conductores optan por desplazarse kilómetros para buscar las gasolineras más baratas.

La diferencia en el precio entre la gasolinera más barata y la más cara de la provincia llega a ser de 16 céntimos por litro

En el caso de la provincia de Pontevedra, la diferencia entre las estaciones con el diésel más económico y el más costoso llega a ser de 16 céntimos por litro. Según los precios del pasado viernes publicados por el Ministerio en su Geoportal, la que vende este combustible más barato está en Gresande (Lalín), a unos 1,129 euros por litro, y el mismo día las más caras eran dos de Vigo (en la carretera de Madrid) y A Cañiza, ambas a 1,289 euros. En la provincia de Lugo el abanico es todavía mayor, de 22 céntimos por litro. El viernes la más barata era la del polígono de O Ceao (1,059 euros por litro de gasoil) y la más cara era una de Monterroso (a 1,28).

En tierras coruñesas el rango de precios varía hasta 19 céntimos, entre los 1,109 de la gasolinera de la calle Isaac Peral hasta los 1,299 de otras ubicadas en A Escravitude, Negreira, A Rocha Vella, Roxos, Brins o en Santiago de Compostela, de acuerdo con los precios de esa misma jornada. Algo más de trece céntimos es lo que pueden ahorrar los conductores en Ourense, aunque allí, curiosamente, la más barata y una de las más caras conviven en San Cibrao das Viñas (la primera, a 1,133 ubicada en el polígono industrial, y la segunda a 1,269, en el lugar de Infesta). Igual de caro estaba en Verín, A Mezquita o Taboadela.

Comentarios