TODOS Y TODAS podemos discutir sobre un millón de asuntos y así más fuerte poder cantar. Todo es discutible en esta vida, o casi todo. Nuestro modelo de ciudad ya casi nadie lo discute en Pontevedra aunque algunos que no entienden de qué va la cosa y siguen con el raca-raca-rum-rum, que dirían Mosquera y su enorme pipí. El caso es que ya no hablamos del éxito interno, que nadie lo discute toda vez que el alcalde ha sido elegido y reelegido un millón de veces. Luego viene lo que ocurre fuera. A mí me tocó cubrir un viaje a México y otro en París. Todos y todas las que cubrieron aquellas peripecias estarán de acuerdo conmigo en una cosa: los y las visitadas mostraban sorpresa y admiración cada vez que al alcalde abría la boca. Y eso que Lores iba proponiendo algo que en principio parecía absurdo: un modo diferente de entender una ciudad y de entender la convivencia. A unos cuantos nos tocó cubrir aquellos viajes y no era fácil explicar por ahí adelante que los coches sobran y matan, por mucho que el relato era inapelable.
Hoy mismo el relato pontevedrés lo quieren comprar por el mudo adelante. Pronto el alcalde Lores emprenderá un periplo por tierras británicas, alemanas y chilenas para explicar por el mundo adelante cómo se puede recuperar el espacio arrebatado a los ciudadanos y quitárselo a los coches.
El Modelo ha adquirido una dimensión que sobrepasa con creces nuestra ciudad
Ahora surge una duda: ¿Debe el alcalde de Pontevedra recorrer el mundo para compartir nuestro modelo? Pues sí que debe. Hemos creado una nueva manera de entender el espacio urbano y tenemos la oportunidad de expandirlo por e mundo adelante. No somos nosotros quienes pedimos al mundo expandir nuestra experiencia: son otros quienes nos lo piden. No estamos vendiendo humo. Nos suplican y hasta nos exigen que compartamos lo que hemos hecho en Pontevedra para copiarlo y hacen bien.
Y hacemos bien en compartirlo. Hemos creado un modelo que debe expandirse y puede aplicarse a ciudades más o menos grandes. Hemos creado un invento, y es bueno que lo compartamos, es una obligación. No debemos ser tan cutres como para quedarnos con nuestra invención. Tenemos la responsabilidad de compartir nuestro éxito y expandirlo por el mundo adelante. Debemos explicar lo que hemos hecho, cómo lo hemos hecho, para qué lo hemos hecho y por qué deben hacerlo otros. Pues porque es buena cosa. Así que debemos celebrar todos y cada uno de los viajes que haga el alcalde Lores para explicar por el mundo adelante cómo es nuestro modelo y por qué debe copiarse.
Podemos pensar que el Modelo de Cidade es cosa nuestra. Error. El Modelo ha adquirido una dimensión que sobrepasa con creces nuestra ciudad. Más que un modelo es un ejemplo que puede y debe aplicarse en el mundo entero, y no es una cosa que diga yo. Lo dicen en Chile, en Alemania, en Francia, en México y en medio mundo. Somos lo más y estamos construyendo un modelo que durará siglos y siglos y que todos quieren copiar y hacen bien.
