Finalmente la alternativa elegida para depositar los sedimentos del dragado del Lérez será la isla de Sálvora, situada en el desembocadura de la ría de Arousa. Así lo confirmaron este lunes responsables de Portos de Galicia, el ente autonómico encargado de ejecutar las obras y de buscar un nuevo destino para los lodos, después de que las cofradías de la ría pontevedresa rechazaran la primera opción de desviarlos a la isla de Tambo.
Portos ha optado por el punto de vertido que ya se utiliza en Sálvora y que, en principio, cuenta con el visto bueno de los pósitos de Pontevedra. Eso sí, también advierte de que el cambio de ubicación "supone inevitablemente retrotraer la tramitación del proyecto", que ya lleva más de nueve años en trámites.
El BNG pide que se aprueben las partidas presupuestarias necesarias para que la obra se pueda ejecutar "nunha única fase"
Ahora mismo los técnicos autonómicos están redactando una nueva propuesta ambiental con el punto de vertido de Sálvora, que deberá ser aceptada y revisada por la Consellería de Medio Ambiente. El siguiente paso consistirá en modificar el proyecto de la obra para su posterior licitación, pero en ningún caso Portos de Galicia se compromete a dar plazos.
AL PARLAMENTO. El cambio de ubicación trascendió a raíz de la proposición no de ley que presentó este lunes el grupo parlamentario del BNG en el Parlamento gallego para que el Gobierno autonómico "remate dunha vez o proxecto de dragaxe do fondo da ría e do río Lérez, unha demanda histórica do sector marisqueiro e da navegación deportiva que leva case dez anos de tramitación e non se dá iniciado".
Para la formación nacionalista, la responsable de la parálisis del proyecto es la Xunta de Galicia, "que leva case unha década poñendo excusas para adiar a súa execución". Por este motivo, es la Administración a la que se dirige para solicitar una mayor celeridad en el diseño y ejecución de los trabajos.
El diputado Luís Bará recordó que el pasado mes de abril, "en plena precampaña eleitoral", Portos de Galicia anunció su intención de modificar el proyecto, cambiando la zona de vertido de los residuos para llevarlos al exterior de la ría de Pontevedra. El nacionalista considera que esta alternativa daría cumplimiento a las "demandas do sector pesqueiro e marisqueiro para apoiar a dragaxe", y permitiría salvar "a suposta razón da paralización do proxecto desde 2017".
Por este motivo, "unha vez feito este anuncio", el BNG solicitará el respaldo de la Cámara parlamentaria para que se apruebe y se licite el proyecto definitivo en 2019, "co obxecto de que se poida iniciar a dragaxe no ano 2020".
Además, el grupo nacionalista también pedirá que se aprueben pide que se aprueben las partidas presupuestarias necesarias para que la actuación se pueda ejecutar "nunha única fase". Actualmente la obra cuenta con una partida de 500.000 euros en los Presupuestos autonómicos de 2019, que fijan el coste del dragado en algo más de 3,9 millones de euros.
