El PP fuerza al Congreso a votar la reprobación de Iglesias por los "ataques" al Rey

Pablo Iglesias con Felipe VI, en 2019. ARCHIVO
photo_camera Pablo Iglesias con Felipe VI, en 2019. ARCHIVO

El Congreso votará, a instancias del PP, si reprueba al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y reclama el cese del ministro de Consumo, Alberto Garzón, por sus críticas sobre una falta de "neutralidad" del Rey tras la polémica creada por su ausencia en el acto de entrega de despachos a los nuevos jueces en Barcelona.

En una moción que se debatirá dentro de dos semanas, el PP reclama que la Cámara baja repruebe a Iglesias como "primer instigador" de los "ataques" a la Corona y exige al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que aparte del cargo a Garzón por sus "groseras afirmaciones" en relación al jefe del Estado. Los populares demandan también que el Congreso inste al Ejecutivo a poner fin a sus "agresiones institucionales".

El PP reacciona así después de que Iglesias asegurase que "el respeto institucional significa neutralidad política de la jefatura del Estado", junto a la "renovación de los órganos judiciales en tiempo y forma". Lo dijo en redes sociales tras conocer que el monarca había telefoneado al presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, para comunicarle que le "hubiese gustado" acompañarle al acto en Barcelona. 

Garzón, por su parte, tildó de "insostenible" la posición de la monarquía, a la que acusó de incumplir el principio de neutralidad que marca la Constitución y maniobrar "contra el Gobierno democráticamente elegido". 

El PP asegura ahora que el "veto arbitrario" del Gobierno al Rey en el acto en Barcelona muestra a las claras a un Ejecutivo "dispuesto al abuso" de todas sus prerrogativas constitucionales "en su cortejo" a unos partidos "que han declarado abiertamente la guerra contra la continuidad histórica de la nación española".

Lamentan los populares que, "lejos de desautorizar" a los ministros de Unidas Podemos que arremetieron contra Felipe VI, Pedro Sánchez ni siquiera fue capaz de salir en defensa del Rey en la última sesión de control.

Por ello, hace un llamamiento "civil y democrático" a todas las fuerzas políticas democráticas para "poner freno" a este "peligroso giro de los acontecimientos" y a lo que considera una "operación de derribo" del marco constitucional. "El Gobierno está a tiempo de ser receptivo a este llamamiento, pero su primera obligación es asumir las responsabilidades políticas derivadas de estos reprobables sucesos", alerta.

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