Trabajar sirviendo cafés, copas y otras consumiciones se ha convertido en la principal salida laboral para muchos pontevedreses. Las estadísticas de la Xunta ponen de manifiesto que la profesión más contratada en 2019 fue la de camarero. De los 37.021 contratos firmados entre enero y diciembre del año pasado, 5.135 se correspondieron con este oficio vinculado al sector de la hostelería, lo que supone el 13,8% del total. De estas altas a la Seguridad Social, 2.685 fueron mujeres y 2.450 hombres.
Los sindicatos consideran que esta situación es consecuencia de la inestabilidad del mercado laboral. "O dos camareiros revela a precariedade do sector. Moitos dos contratos que se asinan son só para as fins de semana", asegura el secretario comarcal de UGT, Ramón Vidal Trillo, que recuerda que este tipo de trabajos suelen ir acompañados de una fuerte temporalidad.
Después de la de camarero, la ocupación más contratada en 2019 en la capital provincial fue la de vendedores en tiendas y almacenes. Sumaron 2.628 empleos: 1.989 en el ámbito femenino y 639 en el masculino.
En la tercera posición de este ranking se situaron los peones de industrias manufactureras, con 2.513 contratos, de los cuales 1.406 fueron para ellas y 1.107 para ellos.
UN 4,7% MÁS. Además de la reducción del paro, Pontevedra ha cerrado el año con un repunte en materia de contrataciones. En 2019 se crearon 37.021 empleos, un 4,7% más de los 35.253 suscritos durante 2018.
A pesar de esta situación, la precariedad sigue instalada en el mercado de trabajo. Los trabajos temporales ascendieron a 33.228, lo que supone que casi nueve de cada diez tenían fecha de caducidad.
"Isto é algo moi preocupante. Sobre todo porque non lle permite á xente ter un plan de vida", recuerda Vidal Trillo, que advierte de que cada vez hay más trabajadores pobres y señala la necesidad de generar empleos de calidad para garantizar el acceso a la vivienda por parte de los más jóvenes. "Hai moitas empresas que tiveron menos beneficios. O de querer gañar máis e máis cartos non pode ser a escusa para non xerar postos de traballo de calidade", subraya el líder comarcal de UGT.
En el otro extremo se encuentran los trabajos con carácter indefinido. Apenas supusieron el 8,76% de los firmados entre enero y diciembre del año pasado, cuando se contabilizaron 3.249 empleos en dicha categoría.
"Do que non se fala moitas veces é de que hai moitos contratos fixos que son a tempo parcial. Iso tamén é precariedade, porque o salario é moito menor", señala Vidal Trillo.
En la capital provincial, los contratos indefinidos a tiempo parcial ascendieron a 1.168 en 2019, algo más del 3% del total. El año pasado también se suscribieron 238 acuerdos laborales para realizar prácticas prácticas en empresas o instituciones. Los 159 empleos restantes se corresponden a otras modalidades contractuales.
