LUISITO QUIERE engancharse al profesionalismo y ha decidido intentarlo en el Pontevedra. Durante la rueda de prensa de renovación del teense como entrenador granate, él mismo hizo subir la exigencia y apuntó más alto que nunca. Estableció el presupuesto como principal limitación para una meta ambiciosa y al mismo tiempo pidió un esfuerzo al consejo de administración del club para aspirar a ella. No se cieguen por el titular del momento, por las palabras de Luisito, por el nombre del club ni por su glorioso pasado. Hay demasiadas variables fuera del control de la entidad granate para pensar a varios meses vista cuál debe ser su slogan. Si ni siquiera ha finalizado la presente temporada, ¿cómo se va a hablar tan pronto de futuro? Para definir el objetivo habrá que saber con qué futbolistas podrá contar el club, de cuánto presupuesto dispondrá y, sobre todo, el nombre y el nivel de los rivales. Imaginen que el próximo ejercicio el PCF se encuentra en el mismo grupo con el Racing de Ferrol, el Racing de Santander, el Logroñés y el Tudelano al mismo nivel de este año y con la Cultural Leonesa, el Burgos, el Guijuelo y el Celta B al nivel que se esperaba de ellos. O imaginen que cambia de grupo y los adversarios que se encuentran tienen mayor potencial que los actuales. Solo hay una certeza: en la línea de lo que se espera de una entidad que acaba de ascender de Tercera División, cuyos futbolistas han demostrado poder con la nueva categoría, los horizontes han de ser más elevados, pero siempre tomando como referencia el objetivo del ejercicio anterior, que era la salvación. Es decir, el Pontevedra no debe creer ahora que, por estar realizando una gran campaña, debe mejorarla por imperativo. Hablar de permanencia sería demasiado modesto, pero hacerlo de play-off es prematuro.
