Vigo es en la tarde del sábado la referencia portuaria para medir la dificultad del viaje del Pontevedra. El equipo de la capital de la provincia visita al Celta B con la necesidad imperiosa de sumar una victoria después de tres derrotas consecutivas y cinco en los últimos seis encuentros. Pero la parada en el puerto olívico puede servir para otorgar tranquilidad o, por el contrario, incrementar todavía más la marejada que la nave granate viene soportando en estas semanas.
Ya sin Luismi Areda al frente del timón, será su exasistente, Jesús Ramos, quien ejerza como máximo responsable del banquillo lerezano. El técnico interino, al mando desde el pasado lunes, ha tratado de hacer hincapié en la fe de los jugadores como primera medida para recuperar el rendimiento de un grupo tocado en lo anímico: "Los primeros días los jugadores estaban un poquito tristes, también con bastante responsabilidad por la situación. Pero se han ido soltando. Lo importante es que el futbolista crea. Si no creen en ganar o en competir, poco podemos hacer. Durante esta semana hemos visto que creen en las cosas que estamos haciendo y creen en ellos mismos. Creo que vamos a ver un buen partido por parte del Pontevedra".
Jesús Ramos coge el relevo en el banquillo con el objetivo de "cambiar lo que se hacía mal"
Además, pese al escaso tiempo que ha tenido para imponer una idea de juego "con cosas diferentes a las del anterior técnico", Ramos señaló que "los jugadores captaron los conceptos que se introdujeron". "Hemos trabajado cosas simples. Sabemos lo que puede dar este grupo y en lo que estamos fallando", recalcó el preparador, que pretende que el PCF sea un equipo "más compacto" y que aproveche "su velocidad ofensiva". "No quiere decir que vayamos a jugar más directos", avisó.
De cara al choque, Berrocal se cae por lesión y Álvaro Bustos es duda por molestias musculares. Además, todo apunta a que habrá varios cambios en la alineación con el objetivo de agitar el árbol y provocar una reacción para "sumar una victoria, ganar en confianza y crecer".
Para ello, el Pontevedra deberá superar a un conjunto celtiña que ha perdido tres de sus cuatro partidos como local, pero viene de ganar 0-3 al Sanse.
Asimismo, el preparador de origen bilbaíno destacó: "No se ha hablado sobre mi continuidad en el banquillo. A mí me han dicho que durante esta semana cogiese al equipo con la mayor de las ilusiones, que entrenásemos e intentásemos ganar".
En cuanto a la dificultad del rival para debutar en el banquillo granate, Ramos señaló que le es "indiferente". "Me da igual en casa o fuera, que sea el Celta B, el Castilla o quien sea", recalcó. Para el técnico del Pontevedra, el filial celtiña es un equipo "que le gusta el ataque posicional, sobre todo en inicio de juego". "Pero cuenta con gente bastante potente arriba, por lo que no tiene ningún problema en contragolpear", matizó.
