Dos días después del apoyo masivo a la huelga feminista del 8 de marzo, son varios los asuntos que piden paso para ser abordados cuanto antes por las instituciones y que se dé respuesta real a cuestiones como la brecha salarial, el techo de cristal, la conciliación o la lacra de la violencia de género.
Para ello, los colectivos feministas urgen, en primer lugar, la aplicación del Pacto de Estado sobre violencia de género, aprobado en septiembre de 2017 y a través del cual el Gobierno y los grupos de la oposición impulsaron un documento que recoge hasta 213 medidas que tienen como fin dotar de los medios económicos y humanos necesarios a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, juzgados e instituciones municipales para proteger a las víctimas de violencia machista y terminar con una lacra que en 2017 se saldó con 91 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas y ocho niños muertos por el mismo motivo.
"Os gobernos, en xeral, teñen que tomar nota e dunha vez por todas levar a cabo o pacto de Estado poñendo os presupostos sobre a mesa", señala Carmen Cajide, del Colectivo Feminista de Pontevedra. "Este xoves estivemos na rúa con claridade dicindo que basta xa. Fomos capaces de conectar coa cidadanía, algo polo que levamos loitando moitos anos e os gobernos teñen que ser sensibles a esa reivindicación de milleiros de persoas. Iso ten que ser os 365 días do ano", añade la feminista, que recuerda que las primeras 26 medidas con las que se pondrá en marcha el Pacto de Estado contra la violencia de género y que está previsto que se empiecen a aplicar este año incluyen además distintas mejoras en la protección de las víctimas, pero también en la sensibilización social y la educación, así como medidas para la formación de los profesionales.
Diana López Varela: "No vamos a ser iguales si coartan nuestra libertad con acoso y violencia. No tenemos que ser valientes, tenemos que ser libres"
Una de las consignas que se escuchó en las calles de Pontevedra el jueves fue "queremos salario, traballo xa temos", que pedía la equiparación de los salarios entre trabajadoras y trabajadores. Para ello, el movimiento feminista insiste en la importancia de igualar la baja maternal a la paternal. "Porque el mayor problema es lo que supone el tener el primer hijo, un 30 por ciento menos de poder adquisitivo. Los hombres tienen muchas menos bajas por paternidad, algunos ni siquiera cumplen el mes y cuando los niños enferman suelen ser las madres las que piden permisos para atenderlos", indica la guionista feminista Diana López Varela.
Islandia se ha convertido en el primer país que legisla sobre la diferencia salarial entre hombres y mujeres y obliga a las empresas con una plantilla de al menos 25 trabajadores a disponer de un certificado de ‘paridad salarial’. En nuestro país, por convenio es ilegal pagar más salario base a un hombre que a una mujer, aunque la realidad es que las mujeres cobran un 16,2% menos en algunos sectores. Esto se produce por las reducciones de jornadas a las que se recurre para la conciliación y la obtención de menos complementos salariales. Además, en la actualidad, los sectores más feminizados son los peor pagados. "Ahí hay brecha", indica López Varela. Además, una gran parte de trabajadoras domésticas no tienen contrato, lo que se traduce en un problema a la hora de cobrar las pensiones, con las que ellas reciben un 34 por ciento menos. "Hay mujeres que han trabajado toda la vida y ahora dependen de su marido. La gran conquista será que los hombres conquisten el espacio doméstico. Las mujeres seguimos dedicando dos horas más al trabajo doméstico que los hombres".
Acabar con el tantas veces mencionado techo de cristal que mantiene lejos de los puestos directivos a las mujeres (solo un 37% ocupa un puesto directivo y estas cobran un 16% menos que sus homólogos) es otro de los retos tras el 8M. Para ello, algunos grupos políticos y empresas apuestan por sistemas de cuotas o las llamadas listas cremallera para alcanzar la paridad. La directora de Público, Ana Pardo de Vera, defensora "absoluta " del sistema de cuotas, decía en Pontevedra: "Necesitamos que se nos abran las puertas".
Los colectivos feministas apoyan también la penalización del acoso sexista. "No vamos a ser iguales si coartan nuestra libertad con acoso y violencia. No tenemos que ser valientes, tenemos que ser libres", señala López Varela.
DECLARACIONES DESPUÉS DE LAS PROTESTAS ► La resaca tras las movilizaciones del pasado 8 de marzo deja en quienes participaron en ellas la certeza de que forman ya parte de la historia. Así, además de destacar la emoción de ver las calles inundadas de mujeres que lideraban una lucha justa, con hombres acompañándolas y gente de todas las generaciones implicada, la sociedad es consciente de que la huelga del pasado jueves es el principio de algo. Todavía no se sabe cómo ni cuando, pero se percibe en el ambiente que algo cambiará. Cada vez el machismo está más acorralado: las mujeres son conscientes de la desigualdad y no están dispuestas a aceptarla.
Anabel Gulías. Viceportavoz del Concello (BNG): "Foi emocionante. O que máis me gustou foi que aí estaba todo o mundo: xornalistas, mestras, miña nai...". "O 8M foi un día histórico para o feminismo. Estamos en pé. Queda moito por facer. É o inicio dunha primavera".
Jacobo Moreira. Portavoz del PP: "Ha sido un clamos histórico. Todos los que asistimos a concentraciones o actos reivindicativos pudimos comprobar que las mujeres han hecho visible una reivindicación en la que seguir trabajando todos, en especial los cargos públicos".
Agustín Fernández. Portavoz del PSOE: "Millóns de mulleres e tamén de homes lle dixemos a Rajoy que hai que meterse nisto. Que hai que arranxar non só o tema salarial, senón tamén a situación de discriminación e limitación de dereitos que padecen as mulleres. Quen non entendeu a mensaxe está fóra da realidade".
Luís Rei. Portavoz de Marea: "Hai xornadas nas que a historia se acelera e marcan un antes e un despois. Millóns de persoas ditaron sentenza o 8M". "O futuro iniciado agora será de igualdade ou non será. Esta causa é imparable e Pontevedra formou parte".
María Rey. Portavoz de Ciudadanos: "Estoy orgullosa de mi ciudad, de las mujeres y los hombres que apoyan la igualdad y no tienen miedo a salir a la calle". "Políticamente, estoy indignada con las luchas de poder que llevan a que haya concentraciones por separado".
Pablo Fernández. Presidente de AJE Pontevedra: "Ha quedado demostrado el hartazgo de la sociedad ante las desigualdades". "Dentro de 30 años creo que seremos los hombres los que pidamos la igualdad porque el ascenso de la mujer es imparable".
Montse Fajardo. Escritora e xornalista: "Foi moi emocionante ver mulleres de varias xeracións, distintas ideoloxías, profesións ou niveis económicos, xuntas nun único berro en prol da igualdade". "Foi unha sacudida que patentou a evidencia: é inxusta a fenda".
Teresa Portela. Piragüista: "Yo estoy a favor de la igualdad y hay muchas mujeres que en sus trabajos notan diferencias con respecto a los hombres. Si estas movilizaciones ayudan a que cada vez haya menos diferencias estoy de acuerdo en que se celebren".
Ángela Paz. Presidenta de ASSEII: "Pensaba que o noso colectivo tiña que estar alí porque cando es muller cunha discapacidade ou enfermidade tamén atopas máis barreiras". "Queremos igualdade no traballo e na casa e a fin da violencia".
José Luis Doval. Banco de Alimentos: "A estas alturas no puede haber diferencias salariales entre hombres y mujeres". "La brecha también se nota en la pobreza: son mujeres las que normalmente dan la cara cuando tienen que pedir ayuda".
Carmela Silva. Presidenta da Deputación: "Hoxe a vida continúa e xa non estamos en folga, pero desde o Goberno desta institución seguimos moi activas e activos reclamando a Igualdade". "As mulleres demostraron que cando están xuntas non hai quen as pare".
Cyntia Piña. Colectivo Feminista: "Estamos resacosas e abraiadas pola resposta; isto é o principio". "Isto revela que hai unha conciencia de que as mulleres estamos sendo discriminadas, que nos decatamos e que non estamos dispostas a aceptalo".
Carmen Cajide Hervés. Colectivo Feminista: "Os gobernos teñen que tomar nota e dunha vez por todas levar a cabo o pacto de Estado poñendo os presupostos sobre a mesa". "Fomos capaces de conectar coa cidadanía tras moitos anos de loita"
Fina Casalderrey. Académica: "Quedo con eses ollos da xente nova e doutras xeracións, todos collidos da man. As mobilizacións parecéronme marabillosas". "A xente non foi por inercia, estaba concienciada de que isto ten que cambiar".
María Campos. Migallas Teatro: "Ao principio a folga parecía unha aposta moi grande e, de súpeto, viuse que tivo moita repercusión". "Desde o meu traballo con nenos é algo que sempre intentas: loitar contra a desigualdade, que segue habendo".
Alejandra de Paz. Poio Pescamar: "Quisimos participar en esta huelga con un parón y participamos en algunos actos, como la manifestación de Vigo, que fueron emocionantes". "Estamos muy contentas porque el sentimiento es que vamos todas a una".
Andrea Bayer. Baobab Teatro: "Fixemos historia, aínda que me gustaría que en Pontevedra non houbese unha convocatoria unitaria e algúns sindicatos fixeran paróns por separado. O protagonismo o xoves era para as mulleres porque demostramos que algo está cambiando, ou iso espero"
María Carmen Vázquez. Patrona Mayor de Lourizán: "Demostramos que se nós non traballamos, paramos o mundo e hai moitas cousas que deixan de funcionar". "Xa é hora de que se recoñeza o traballo da muller e de que teñamos as mesmas condicións laborais que os homes".
Lía Rodríguez. Sindicalista UGT: "Es la primera vez que en mi centro de trabajo paran prácticamente todas las mujeres". "Lo que pasó me parece emocionante, en el futuro debemos seguir por este camino porque el cambio ya es imparable".
Mari Luz Fernández. Federación de veciños Boa Vila: "Por unha vez todo o mundo saíu á rúa para protestar e xa era hora; xa está ben de maltratos e inxustizas!". "É un orgullo que nos medios de comunicación internacionais falen de nós por isto".
