PONTEVEDRA. Los niños de la Escola A Galiña Azul, de A Xunqueira, con la ayuda de sus profes, comenzaron la aventura de plantar diferentes hortalizas a principios de este año. Unos meses más tarde disfrutan de su recompensa: guisantes, judías, cebollas y plantas aromáticas regadas con mucho amor.
Durante esta mañana, los mayores de la escuela, con dos y tres años, hicieron la recolecta de lo que habían plantado. Las reacciones de los pequeños fueron varias, pero la ilusión y la sorpresa fueron comunes en todos. Gritos de alegría y saltos de emoción se sucedieron al comprobar que, efectivamente, de debajo de la tierra salían las cebollas. Pero no todo fue recoger porque antes de volver a sus actividades escolares, regaron las plantas para seguir recolectando en un futuro.
Los alimentos recogidos se los llevaron a casa aunque también les dieron algunos a la cocinera de la escuela para que los cocinase para ellos. La iniciativa de esta horta escolar, surgió de la idea de los profesores de la escuela y pudo llevarse a cabo gracias a la Universidade de Vigo que les cedió el terreno. Además también les cercaron la zona de plantación y les dieron carretillas, rastrillos y cubos para que los niños estuvieran completamente equipados.
Los padres de los peques están tan ilusionados con la huerta como ellos. Cada día a la salida de la escuela, van a ver con sus hijos cómo van creciendo las hortalizas. Algunos familiares también colaboran trayendo cosas para plantar. Una abuela llevó hace unos días semillas de calabacín que han sido todo un éxito. Ahora solo queda esperar a que salgan los nuevos frutos.
