Raúl Jiménez: "Mi marcha era un secreto a voces"

El técnico ha dicho adiós al Poio Pescamar después de ocho meses al mando de la plantilla rojilla. El granadino, que llegó como sustituto de última hora de Dani Díaz, ha puesto ahora punto y final a su etapa en la escuadra poiense por motivos laborales a los que se suma la mala racha de resultados que comenzó en enero
Raúl Jiménez. DAVID FREIRE
photo_camera Raúl Jiménez. DAVID FREIRE

Raúl Jiménez ha dicho adiós al Poio Pescamar, donde llegó el pasado mes de julio para hacerse frente de una plantilla cuyo objetivo principal era lograr el play-off. Llegó in extremis tras la marcha de Dani Díaz, despidiéndose así del Leis, donde militó durante 17 temporadas. Ocho meses después, abandona antes de tiempo. 

Recién anunciada su marcha del Poio Pescamar. ¿Qué ha pasado? 
Tenía bastantes problemas en mi empresa. Ahora, con esto del coronavirus ampliaron los grupos para no coincidir con mucha gente y había que hacer turnos de mañana y de tardes para evitar el contacto. Me dijeron que si estaba dispuesto a hacerlo y eso me impedía entrenar, entonces me dijeron que o iba al paro o seguía trabajando y no tuve otro remedio. 

Pero ahora, que se detiene la temporada, no iba a tener problema ¿Por qué se ha hecho ahora? 
Estábamos valorándolo ya, porque apenas me daba tiempo a comer, salía de trabajar y seguido me iba a entrenar. Yo tenía pensado dejarlo la próxima temporada, es algo que ya había pensado, pero ahora ha sido el momento por el parón, para que puedan buscar a alguien. 

¿Han tenido que ver los resultados del Poio a partir del mes de enero? 
Un poco todo. En enero coincide con las bajas, que también hacen mella en el equipo y en la situación. Cuando el equipo no funciona bien siempre hay más problema. Ahí empezó a valorarse la posibilidad. Yo sabía desde el principio que me iba a costar compaginar todo y acepté sabiendo esto, pero quise seguir adelante. En la mala racha de enero se abrieron más los problemas, con los malos resultados que empezó a tener el equipo. Entonces, como no creo que la liga se termine, el mejor momento es ahora. 

¿Hubo reunión en enero? 
Sí. Me reuní en enero más o menos con Juanjo (García) y empezamos a plantearlo. Les dije que estoy dando todo por el equipo, pero que mi trabajo me impide dar más y que si es necesario rescindirme el contrato que lo hiciesen, que lo entendería. 

Pero decidieron continuar. ¿Por qué? 
Me dijeron que iban a estudiar el tema y que seguiríamos hablando. Pero ahora, con todo esto, se precipitó todo. 

Usted habla del parón de la liga a causa de la pandemia del Covid-19, pero ¿no ha habido algún detonante esta semana? 
La semana pasada Juanjo (García) habló conmigo y me comentó como estaba el tema. Yo le dije que en mi empresa podría haber problemas si no cumplía los turnos. Me dijo que lo mirarían, y al final se tomó esta decisión. 

Al club le hace falta paciencia y sobre todo, dejar trabajar al que venga

¿Había buena relación con la plantilla? 
Sí, era una relación buena. Yo era directo con ellas y ellas conmigo, había transparencia, aunque siempre hay algún momento de roce. 

¿Ellas conocían cómo estaba el tema o se lo guardó para usted? 
Me lo guardé para mí, aunque alguna jugadora ya sabía como estaba la situación. 

Entonces, ¿su marcha era un secreto a voces? 
Sí, se puede decir que sí. 

A pesar de que dice que era algo que estaba previsto. ¿Cómo se lo tomó? 
Para mí no era lo que quería. Me hubiera gustado acabar la temporada. Íbamos bien ahora en las competiciones; el equipo está en la final four de Copa de la Reina. No era lo que habría querido.

¿Se ha hablado de algún sustituto para usted? 
Yo pregunté en quién habían pensado, me dijeron dos o tres opciones, pero tampoco quise meterme mucho más. Ya no era cosa mía. Solo les dije que tengan paciencia, que es lo que le hace falta al club. Que no corran en buscar un entrenador, y que tengan paciencia y sobre todo, dejar trabajar al que venga para que consiga resultados. Es un club que es capaz de pelear por muchas cosas y lo ha demostrado, tiene una buena plantilla, pero hay que dejar trabajar para obtener resultados. 

¿Qué va a hacer ahora? 
Ahora quiero descansar. Tengo propuestas de clubes, más masculinos que femeninos, pero de momento voy a descansar y tomarme este tiempo para valorar las ofertas que me vayan llegando. Después ya se verá, ahora mismo no se puede hacer nada.

Seis cambios de técnico en siete temporadas 
La marcha de Raúl deja espacio al séptimo cambio de entrenador que se da en el Poio Pescamar en las últimas siete temporadas. El equipo conservero ha vivido una racha de inestabilidad en cuanto a sus técnicos se refiere desde su ascenso a la máxima categoría en la temporada 2012-2013.

Por aquel entonces, Marcio Santos lideraba una plantilla que había logrado su máximo objetivo hasta la fecha. La Primera División fue un hecho bajo los mandos del brasileño, que se mantuvo una temporada más. 

En el curso 2014-2015 llegaría el primer cambio de entrenador en la máxima categoría. Morenin se hacía cargo de la plantilla rojilla durante un año, para, posteriormente, dejar paso a Jorge Basanta, que tomó la batuta del equipo poiense en la temporada 2015. 

Un año después, el regreso de Marcio firmó el tercer cambio de técnico en las últimas cuatro temporadas, un dato que denotaba poca firmeza en los mandos de la plantilla del Poio Pescamar. De nuevo durante dos temporadas, el brasileño se hizo cargo de liderar un equipo que peleaba por mantenerse vivo en la competición. 

En 2018, Marcio dijo adiós al club conservero para abrir paso a Dani Díaz. El lucense pronto se hizo con la ideología de la plantilla, pero su estancia al mando del equipo tenía fecha de caducidad. El mes de julio de la pasada temporada, el técnico se despedía del club y se presentaba a Raúl Jiménez, que se convertía en el sexto cambio de entrenador desde 2013.

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