Ravachol trae "toda a luz que faltou no Nadal" y abronca a Lores "por aforrica"

El emblema del Entroido pontevedrés llega a la ciudad disfrazado de un luminoso árbol navideño "para dar quente nestes días de frío" ►Cientos de personas acuden a la puesta de largo del plumífero, lo que reafirma el tirón de este acto dentro de la programación festiva

 

Bien sabido es que Ravachol es irreverente, deslenguado, irónico, fanfarrón, alborotador y osado. Muy osado. Fiel al espíritu del alado original que vivió entre 1891 y 1913 y que desde la botica de su amo, Perfecto Feijoo, escandalizaba a la sociedad de la época.

Y su réplica carnavalesca tampoco se muerde la lengua y si hay que atizar al regidor, pues se le atiza. Ravachol tildó este lunes a Miguel Anxo Fernández Lores de "alcalde aforrica" por el desaguisado del alumbrado navideño y le reprochó que "o barato sae caro". Por este motivo escogió un disfraz sobrio pero muy elocuente: el de árbol de Navidad.

Desnudo, con las plumas al aire, su único atuendo es un armazón metálico rodeado de vistosas luces multicolor y coronado por una gran estrella. Con esta guisa Ravachol pretende criticar el nulo acierto del Gobierno local a la hora de contratar la iluminación navideña de este año, que tantas críticas suscitó entre la ciudadanía e incluso dio origen a mociones plenarias por parte de la oposición.

El programa del Entroido pontevedrés para este martes ha sido aplazado por el mal tiempo

La llegada del loro estuvo precedida de una gran expectación. Cientos de personas, entre niños y mayores, aguardaban ansiosas ante la recreación de la botica de Perfecto Feijoo, que este año tuvo que mudarse provisionalmente junto al Santuario de la Peregrina debido a unas obras anexas a su ubicación tradicional.

Para animar la espera, se interpretaron varias piezas del coro Aires da Terra, que dirigó el ilustre farmacéutico, hasta que a las 19.30 horas apareció la imponente figura del plumífero, de 2,40 metros de alto.

Mientras varios integrantes de la Irmandade do Ravachol preparaban el disfraz, María Simal, en nombre de este colectivo, tomó la palabra para recordar los orígenes de este homenaje al plumífero más famoso de Pontevedra. "O seu pasamento provocou en toda a cidade un forte loito e a máis grande das penas", apuntó, "pero non se resistiu a desaparecer da vida social da capital do Lérez e, axudado por algúns amigos, cada Entroido volve á cidade para visitar prazas e rúas do centro histórico".

Simal añadió que el ave "chega mantendo o seu estilo: pícaro, burlón, irreverente, crítico e feliz por atoparse entre as xentes que tanto amou".

"Hoxe chega disposto a iluminar este Entroido con toda a luz que faltou no Nadal, con todas as súas plumas reflectindo festa, dando quente nestes días de frío e solucionando os graves problemas que padecimos na cidade no último Nadal por culpa dun alcalde aforrica", reprochó la portavoz.

Ravachol estará expuesto en el Concello hasta su incineración el próximo sábado. Antes, el jueves, acudirá a la final de las murgas.

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