La Residencia de Estudantes aprueba con nota ante los incendios

La evacuación de los jóvenes en el simulacro se completó con éxito en solo siete minutos

Un momento del simulacro realizado en la Residencia de Estudiantes de Afundación. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Un momento del simulacro realizado en la Residencia de Estudiantes de Afundación. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Son las 11.30 horas y unos 40 estudiantes que se alojan en la Residencia de Afundación descansan en sus habitaciones. Nada parece presagiar que algo vaya a alterar la mañana del lunes pero, de repente, empieza a sonar la alarma de incendios. Poco a poco, los jóvenes van abandonando las instalaciones y se reúnen en el patio.

Llegan los Bomberos, la Policía Local y la Nacional y empiezan a actuar con celeridad. El director de la residencia, Óscar Álvarez, les informa de que el incendio se ha producido en la sala de calderas y que hay una persona inconsciente y con una pierna rota. Lo primero es rescatarla, por lo que dos bomberos entran en el edificio mientras sus compañeros comienzan a preparar la manguera.

Un momento del simulacro realizado en la Residencia de Estudiantes de Afundación. JAVIER CERVERA-MERCADILLO (2)

Parece el relato de un angustioso incendio, pero se trató de un simulacro, que la Residencia de Estudantes de Afundación realiza cada dos años. "Evacuamos en sete minutos, polo que todo saíu moi ben", asegura Óscar Álvarez, que explica que después de hacer sonar la alarma "hai que deixar que o equipo de evacuación desaloxe aos rapaces e poñelos nun lugar seguro". Jacobo, uno de los jóvenes, considera vital llevar a cabo simulacros como este "porque está bien que tanto el personal de la residencia como nosotros estemos preparados si pasa algo".

Un momento del simulacro realizado en la Residencia de Estudiantes de Afundación. JAVIER CERVERA-MERCADILLO (3)

Daniel Bazarra, cabo jefe de turno de Bombeiros, asegura que este tipo de simulaciones son cada vez más comunes. "Hay unas seis o siete cada año, porque la gente se está concienciando". Así, el cuerpo indica que lo primero en estas situaciones es "ponerse a salvo, porque intentar atacar el incendio es un peligro". A continuación, se debe "llamar y pedir ayuda e intentar evitar la propagación del fuego cerrando puertas y ventanas".