RUTH PRADA, PERIODISTA

"Por fin se pone a las mujeres donde deben estar"

Metida desde el inicio en el proyecto 'No me cuentes cuentos', Ruth Prada reivindica la historia de la pontevedresa Isabel Barreto

Ruth Prada (El Bierzo, León). CEDIDA¿Qué es el proyecto No me cuentes cuentos?
No me cuentes cuentos es una maravilla de proyecto que surgió hace dos años entre un grupo de periodistas relacionados con la consultora Prodigioso Volcán, de Madrid, y la newsletter Kloshletter. Veíamos que en el mercado había varios títulos sobre figuras de mujeres pioneras, pero ninguna recopilación de españolas destacadas. Así que se nos ocurrió empezar a buscar perfiles y encontramos una serie de personajes fascinantes.

Llegaron a reunir casi 200 perfiles biográficos.
Exactamente. La idea inicial era reunir las vidas de 100 mujeres para empezar, pero en cuanto empezamos a documentarnos encontramos casi el doble. Todas son personajes increíbles, de todos los ámbitos que te puedas imaginar, de todas las provincias de España y de todas las épocas históricas. Ha quedado una lista de mujeres maravillosas. Lo que hicimos fue empezar a publicar una serie de cuentos infantiles sobre sus vidas en el boletín de la newsletter, dos a la semana. Vimos que tenía una muy buena acogida. Así que se creó la página web (www.nomecuentescuentos.com), en la que se fueron compartiendo las diferentes historias. Allí se pueden consultar todas las biografías.

Han colaborado en este proyecto 150 autores.
Eso es, somos 150 periodistas e ilustradores los que hemos decidido colaborar desinteresadamente en el proyecto. Cada biografía incluye un texto y una ilustración.

"Es bonito que las niñas se den cuenta de que pueden hacer cualquier cosa porque otras lo han hecho antes"

Y una de las biografías de las que se ha encargado usted es la de la pontevedresa Isabel Barreto.
Sí. Yo estuve trabajando en el origen y en la coordinación del proyecto. He escrito siete biografías. Cada una más fascinante que la anterior. Una de ellas es la de Isabel Barreto, precisamente la primera que escribí. Era una mujer del siglo XVI, que estuvo involucrada en la gran aventura de esa época, que fueron los viajes de exploración. No se ajusta a los estereotipos en absoluto. Tenía una capacidad de liderazgo que destacaba muchísimo en su época, pero que destacaría en cualquiera. En realidad, lo bonito de estas historias es que sirven para que las niñas que leen estos cuentos tengan muchos referentes, que sepan que pueden hacer cualquier cosa en la vida porque hay otras que lo han hecho antes. Isabel Barreto nació en Pontevedra en 1567. Se trasladó con su familia a Perú y allí conoció a uno de los grandes navegantes y exploradores del momento, Álvaro de Mendaña. Se casaron en un momento en el que él había vuelto de un viaje a las Islas Salomón y estaba reuniendo dinero en Lima para volver a financiarse ese viaje. Con la dote de Isabel, que era de una familia muy bien posicionada económicamente, pudieron comprar los barcos que necesitaban. Ella se embarcó con él a través del Pacífico, a pesar de las reticencias de parte de la tripulación, que no quería mujeres a bordo. Álvaro de Mendaña murió durante esa travesía, pero antes la dejó a ella al frente de la expedición. La nombró almiranta, convirtiéndola de esta manera en la primera mujer que tuvo ese título en la historia de la navegación. Tuvo que enfrentar un viaje complicadísimo que incluyó hambre, enfermedades y motines, pero consiguió completar la ruta. Llegó triunfante con sus navíos a Filipinas, donde la recibieron como la Reina de Saba de los Mares del Sur, que fue como la llamaron en ese momento.

En ese empeño por ofrecer a las niñas referentes que no van a encontrar en los libros de texto, No me cuentes cuentos parece suplir, junto a otros títulos, carencias del sistema educativo.
Totalmente cierto. Es muy triste comprobar que no aparecen apenas mujeres en los libros de texto. Alguna en el ámbito literario... Y poco más. No hablemos de ciencia. Pero es que no hablemos ni de pintura porque tampoco están. Otro de los cuentos que he escrito es el de Maruja Mallo, que es una artista de un talento, una influencia y una obra incontestables. Debería ser tan conocida como Frida Kahlo. Y para nada. Sería imprescindible que la conociésemos todos, sin embargo, preguntas a la gente por el nombre de alguna pintora española y no le saldrá. Es increíble. Por eso es imprescindible ayudar a las niñas ofreciéndoles referentes.

¿Que se publiquen tantos títulos en este sentido, que se pongan en marcha proyectos de este tipo, revela una transformación social o simplemente responde a una demanda?
Yo creo que sí, que las cosas están cambiando. No te sabría decir el momento exacto en el que sucedió, porque quizás se haya ido cimentando una base para todo esto poco a poco, pero podría señalarse como el inicio del boom el 8 de marzo de hace dos años. Ahí se vio hasta qué punto nos habíamos concienciado de la necesidad de reivindicar igualdad real. Por un lado, parece increíble que a estas alturas de siglo siga habiendo estas carencias, pero por otro es muy bonito que por fin haya tantos proyectos intentando poner a las mujeres donde deben estar.

Además, en el caso de este volumen, los beneficios van destinados a la Fundación Anar.
Eso es, una fundación que trabaja con niños y niñas en riesgo de exclusión.

Es un libro para niñas y niños, pero casi se podría recomendar también a madres y padres.
¡Por supuesto que sí! Van a descubrir a mujeres de las que seguro que no habían oído hablar y se van a quedar igual de fascinados que sus hijas e hijos.

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