Sabucedo reúne a unos 250 caballos tras más de doce horas en el monte

El mítico y bravo garañón Makelele volverá a ser 'aloitado' después de años sin bajar al curro

Llegada de las primeras 'bestas' al cierre de O Castelo, pasadas las siete de la tarde del viernes. PATRICIA FIGUEIRAS
photo_camera Llegada de las primeras 'bestas' al cierre de O Castelo, pasadas las siete de la tarde del viernes. PATRICIA FIGUEIRAS

 Una madrugadora "misa da alborada" para encomendarse al patrón, San Lourenzo, como manda la tradición, el tañido de las campanas y, a partir de ahí, más de doce horas de laboriosa tarea en el monte para cumplir el objetivo: bajar a Sabucedo las "bestas" que esta tarde se "aloitarán", en el primer curro de esta edición. La jornada fue dura, aunque el tiempo acompañó, sin la niebla ni la lluvia que en otras ocasiones dificultaron la visibilidad y, por tanto, la localización de los animales. Pero aún así, la "baixa", como se le denomina, se demoró más de lo previsto.

Pasadas las siete de la tarde llegaban las primeras reses al cierre de O Castelo, próximo a la aldea. En silencio, para no ahuyentarlas y rodeándolas, unos a caballo, otros a pie y algunos en motos, quienes subieron al monte fueron guiándolas hasta el cercado. Cansancio y agotamiento en los rostros, pero satisfacción por cerrar la jornada sin incidentes de gravedad y por haber logrado reunir a unas 250 "bestas", un número mayor que en la anterior edición, que resultó flojo a este respecto.

Participó "moitísima xente" en las labores de reunión de los équidos, según apuntaron desde la organización, incapaz de dar un número aproximado de colaboradores. Buscaron los caballos en las zonas de Souto, O Cábado, As Lamas y A Conla y, a pesar de que las condiciones meteorológicas fueron propicias, la dispersión de las manadas jugó en su contra. El mal estado del monte en algunos puntos, especialmente en aquellos en los que la Asociación Rapa das Bestas no pudo hacer desbroces en el último año, también supuso un problema añadido, dificultando no solo la localización de los animales, sino también el acceso a determinados lugares.

La mala cobertura de telefonía, en el monte, pero también en el propio núcleo de Sabucedo, fue otro de los escollos que tuvieron que superar ayer quienes trabajaron en la zona. Pero todo esfuerzo tiene su recompensa y esta vino, a modo de regalo, con la aparición de Makelele, un afamado garañón recordado especialmente por su bravura que, al fin, ha vuelto a ser capturado tras años sin bajar al curro. Junto él, también están presentes este año en la arena tres garañones más: O Jano, O Vello de Souto (también conocido como O Castaño de Souto), O Novo de Souto y O Veneno.

VENTA DE ENTRADAS. El primer curro de la temporada se celebrará este sábado a las 19.00 horas. Las entradas por venta anticipada (tres cuartas partes del aforo) se agotaron en la mañana del viernes, de modo que la organización abrirá las taquillas a las 17.30 horas para despachar los pases reservados, hasta completar las 1.500 personas permitidas.

El precio de la entrada para los adultos es de 10 euros y los niños de cuatro a diez años pagan la mitad. Esta tarifa se mantiene para el segundo curro, el de mañana fijado para las 12.00 horas, mientras que en el tercero y último, el del lunes, los adultos tendrán que abonar 5 euros y los menores entrarán gratis, pues será solidario.

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