San Martín, Santa Rita de Casia, San Isidro Labrador y las demás imágenes que se veneran en la iglesia parroquial de Salcedo han tenido que hacer las maletas y trasladarse, de forma provisional, a un lugar más seguro, en concreto a la Casa de Espiritualidad Raíña da Paz, situada en el barrio de San Blas. Regresarán en cuanto el Arzobispado haya solucionado el grave problema que afecta a las bóvedas del templo y que obligó al párroco, Jesús Niño, a adoptar la decisión de cerrarlo.
Desde hoy los feligreses tendrán que desplazarse hasta la capilla provisional instalada en Raíña da Paz para asistir a las misas dominicales que se ofician a las 9.00 y a las 12.00 horas, mientras que los funerales y aniversarios de los viernes se comenzaron a celebrar el viernes en la iglesia de San José de Campolongo a las 20.00 horas.
"Procuro mantener todos los oficios dentro del territorio de la parroquia", explica Jesús Niño. En este sentido, recuerda que hasta el año 1963 Campolongo pertenecía a la parroquia de Salcedo, cuyo ámbito llegaba hasta la Praza de Galicia. "Fernández Quiroga efectuó la segregación de Campolongo para crear la nueva parroquia de San José, una feligresía que, hasta cierto punto, es como la hija de Salcedo", subraya.
El cierre temporal de la iglesia de Salcedo, dice el párroco,"no afecta a las bodas porque, por desgracia, tanto en esta como en las demás feligresías cada vez hay menos enlaces matrimoniales, ni incluso por lo civil". En este sentido, indica que el pasado verano casó a seis parejas, "una en mi parroquia y otras cinco fuera, hasta en Francia, en concreto en Normandía, donde casé a un pariente mío con una chica hispano-francesa".
Mientras no se reabra el templo de San Martín los bautizos, subraya el sacerdote, se celebrarán en Raíña da Paz con la pila bautismal de la iglesia de Salcedo.
Jesús Niño explica que la clausura de la iglesia "ya se veía venir desde hacía varios meses", por lo que en durante ese tiempo ya había estado preparando a los devotos, a los que también les había solicitado su colaboración para efectuar el vaciado del templo.
El clérigo precisa que fue elpasado día 7, domingo, cuando se percató del problema que se registra en la parte más elevada del templo al observar en el suelo arenilla que se había desprendido de la bóveda. Se trataba de un pequeño trozo de mortero que se había precipitado desde una altura de varios metros y que, advierte el párroco, "podría haber hecho daño a cualquier persona que se encontrara debajo".
El sacerdote comunicó la incidencia al Arzobispado, que a finales de abril envió al arquitecto Carlos Rosón y otro técnico a inspeccionar el templo parroquial de Salcedo.
Los especialistas efectuaron una nueva revisión a finales de julio. En esa ocasión subieron a las bóvedas y comprobaron que una de ellas presentaba problemas, tal y como lo plasmaron en un informe que enviaron al Arzobispado de Santiago de Compostela con urgencia a fin de que éste adoptase las medidas oportunas.
El pasado día 7, domingo, momentos antes de la misa de las 9.00 horas, el cura encontró en el pasillo central del templo un trozo de mortero. Alarmado, cogió el material y lo llevó a Santiago para que lo vieran los técnicos, por lo que acordaron la clausura provisional de la iglesia.
De este modo, el pasado domingo, día 14, después de la última misa de esta jornada (12.00 horas), comenzó la operación de vaciado del templo, una tarea en la que participaron 40 feligreses. "Imágenes, orfebrería y órgano ya están a salvo", destaca el párroco, al mismo tiempo que agradece la colaboración de Ricardo Ferreiro, restaurador del Museo de Pontevedra, que ejerció de asesor.
