"Si la víctima no puede ser valiente, hacen falta compañeros que lo sean"

Contra el odio, empatía. Contra el acoso, valentía. El Langui tiene claro cómo se lucha para superar el bullying, y en su cruzada se rodea de chicos valientes, para que se sumen a su grito de guerra contra los acosadores
Juan Manuel Montilla, El Langui
photo_camera Juan Manuel Montilla, El Langui

Nunca se amedrentó ante nada. A Juan Manuel Montilla, El Langui, nadie le regaló nada. Todo lo consiguió a base de esfuerzo y, hoy, convertido en humorista, actor y rapero de éxito, se vuelca en la defensa de los más debiles, en las víctimas del acoso. Su última canción, Se buscan valientes, y su mensaje contra la injusticia recala este jueves en el colegio San Narciso.

Su canción es un toque de atención a los terceros en discordia del acoso escolar, a aquellos que callan. ¿Cuál es su papel en este drama?

La importancia que tiene el testigo es enorme, por eso esta campaña se centra en su figura, no en el acosador o en la víctima. El testigo es primordial para romper el círculo del acoso escolar. No se puede ser indiferente, ni mirar hacia otro lado. Hay que enseñar a los chavales a que no le rían las gracias al popular, que suele ser el que chincha y el que está acosando, que no se suban a estas redes y, lo más importante, que no quieran formar parte de ese grupo de personas que se hace grande y fuerte humillando al más débil. El testigo es clave para atajar la problemática, pero sin usar violencia, sino con empatía, con sentimientos. Es crucial hacerle entender que lo que le está ocurriendo a su compañero no le gustaría que se lo hicieran a sus hermanos o a él mismo. Por eso tienen que ser valientes.

Y, sin embargo, la sociedad le pide coraje a la víctima, que está paralizada de miedo.

La víctima, cuando le animan a que sea valiente, dice: ¿Que sea valiente yo? Si no tengo fuerzas ni para abrir la boca, si mi autoestima está por los suelos. Por eso es tan necesaria la figura del testigo, del compañero que ayuda.

"Los docentes alucinan con que una canción de rap haya conseguido más que todo lo que han hecho hasta ahora. Lo que consigue la música no lo logran otras fórmulas"

¿Había más acoso escolar cuando usted era niño? Cualquiera diría que se ha progresado con todos los casos que saltan a la luz pública.

Acoso escolar ha habido siempre, el bullying no es nuevo. Lo que sí es novedoso es el eco que tiene cada caso, no quedan aislados. Antes los medios de comunicación eran pocos, no existían las redes sociales, y ahora cualquier familia que vive algo como esto lo sube a su Facebook y se convierte en viral. Así se van sumando casos y el acoso gana en visibilidad. Pero siempre ha estado ahí.

¿Hasta dónde llega la responsabilidad de los colegios e institutos y hasta qué punto la de la familia?

Responsabilidad deberíamos tener todos: colegios, profesores y padres. Las familias estamos en casa y muchas veces, por el trabajo, el estrés o estar más pendientes del móvil que de nuestros propios hijos, no nos paramos a pensar qué le pasa a mi niño, por qué tiene esta actitud o esta otra, si eso también lo hace en clase... Debemos remar todos hacia el mismo lado, porque es la única manera de avanzar. Es lo que ha pasado con esta campaña. Los docentes alucinan con que una canción de rap haya conseguido más que todo lo que llevan haciendo durante años.

Es el poder de la música.

Sí, lo que consigue la música no lo consiguen otras fórmulas. La canción Valientes se pone antes de empezar las clases de la mañana en algunos centros educativos, se escucha en el recreo, o se utiliza como himno para el Día de la Paz, hay padres que la ponen en el coche mientras llevan a sus hijos al cole... Ha sido un esfuerzo tan grande y conjunto que ha tenido unos resultados espectaculares.

¿Sorprendidos?

Claro. Es verdad que al ser una campaña potenciada por Mediaset ya contábamos con cierta repercusión, pero no hasta este punto. Esto se ha hecho enorme.

Su último disco, Hola, tiene canciones, como Trabajando en el barrio, que le devuelven a ese rincón de Madrid, Pan Bendito, en el que se crió. ¿Es importante no olvidar de dónde se viene cuando uno alcanza la fama?

Nunca debemos olvidar nuestras raíces ni quiénes somos. Es verdad que, tengamos o no fama, vamos cambiando con los años, y sobre todo cuando trabajas en el mundo del espectáculo tiendes a alejarte un poco de la realidad, a no pisar tanto el barrio, a no usar el transporte público, a estar de plató en plató, a que te tengan en palmitas... Y todo eso, a cualquier persona, le hace alejarse de la realidad social del día a día. Y yo no quiero olvidarme de eso, lo necesito. Aunque tenga todo lo demás, necesito estar pegado a la realidad, necesito pisar el suelo.

¿Y qué me dice del humor?

El humor es el hilo del día a día, sobre todo para los que somos imperfectos. Es lo que le da forma a mi personalidad.

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