Llegó como un fichaje más en una pretemporada en la que las incorporaciones de Jacobo Trigo, Íker Alegre, Mario Barco o Mateu Ferrer generaron más revuelo. Sin embargo, desde el principio fue capaz de empezar a ganarse a golpe de cabalgadas por la cal un huequecito en el corazón de los pontevedreses. Un espacio que cuatro años después es mucho más grande. Porque ahora, Álex González (Vernejo, Cantabria, 1989) es una de las referencias para el hincha del Pontevedra Club de Fútbol. De hecho, es el futbolista que más temporadas consecutivas acumula vistiendo de granate. También el que más historial tiene jugando para el PCF, solo por detrás de Charles, que en la pasada década acumuló seis cursos en Pasarón. Y eso le hace reconocer un sentimiento que ha aflorado con el paso de los años: "Me siento muy partícipe del equipo, como si fuese algo mío".
Con currículum en Cantabria y Asturias antes de llegar a la Boa Vila, González es ya casi un pontevedrés de adopción. Y es que un verano más, no debió reflexionar mucho sobre su continuidad. "Está claro que hubo otras ofertas. Pero mi intención estaba clara: yo quería continuar en el Pontevedra porque estaba muy a gusto", expresa el extremo zurdo, para quien el secreto de una relación que alcanzará el lustro de vida esta temporada se basa en dos pilares: "La explicación a todo el tiempo que llevo aquí pasa, por un lado, por mi trabajo. He crecido como persona, pero también como futbolista. He mejorado mucho y entiendo que la gente que está al mando ha ido estando satisfecha conmigo. Por otro lado, me han tratado muy bien. Y yo noto esa sensación de pertenencia".
Reconoce que ha sido "difícil" vivir la remodelación del vestuario, pero asegura estar "ilusionado" por el proyecto del Pontevedra
A pesar del idilio entre Álex y el Pontevedra, estos meses han sucedido muchos cambios "difíciles". "El club ha hecho un esfuerzo grande y una remodelación importante. Gente veterana ha dejado de estar aquí. Entiendo que ha sido complicado tomar estas decisiones", apunta el cántabro, para quien llegar a un vestuario sin Edu Sousa o Álex Fernández, entre otros, ha sido "extraño". "La relación era buena no solo dentro del campo, sino también fuera del fútbol. Al final es gente con la que estás prácticamente día a día durante cuatro, tres o dos años", explica Álex. A pesar de ello, el zurdo añade que "la gente que ha llegado viene con mucha ilusión". "Saben que este vestuario siempre ha sido característico de buen ambiente y vienen con esa idea. Seguro se va a hacer un buen grupo", dice.
CHARLES. Sobre los fichajes, González considera que no solo han generado "ilusión en el aficionado" sino "también en los jugadores" que forman parte del club. Particularmente estimulante resulta la llegada de Charles Dias, un fichaje que el extremo no se terminaba de creer: "Cuando empezó a sonar, dudé. Dices: "Joder, pero ha metido goles en Primera. ¿Cómo va a venir aquí?". Luego cuando ves que van pasando los días y la cosa va siendo más real, lo cierto es que te genera mucha ilusión. Sobre todo por ver a la afición con tanta ilusión y con tantas ganas. Es que se ve que es un tío comprometido con el club y que viene con ganas de hacerlo bien".
El extremo reconoce que tuvo ofertas, pero siempre tuvo claro seguir por dos motivos: cómo valoran su trabajo y el trato que recibe
La reformulación del equipo ha sido tal que González contará con tres nuevos competidores para las bandas. "Sí que es cierto que para la posición de extremo se ha fichado a gente. Pero el año pasado también éramos cuatro (mayores de 23 años), lo que pasa es que por desgracia Javi López no pudo jugar mucho. Creo que la competencia le hace bien al que juega y al que no", sentencia.
Precisamente hablando sobre las incorporaciones y su adaptación, González admite que este curso le ha tocado «hacer de anfitrión" como miembro veterano del equipo que es. "He echado una mano en cosas que antes no hacía tanto para intentar que se integren. Ahora me siento un poco en la obligación, porque creo que es importante que la gente nueva se adapte lo más pronto posible a la ciudad y al equipo", apunta el de Vernejo, que pese a ello destaca que pretende no cambiar de rol en el vestuario. "Mi plano más habitual lo mantengo. ¿Debo ser más líder? Creo que hay gente que tiene mucha personalidad y en el campo cada uno tiene su rol. Hay líderes de todos los tipos. Eso ya se irá viendo", matiza.
Mientras, en relación a lo difícil que ha sido pasar tanto tiempo alejado de los terrenos de juego, González expresa que "lo peor" se dio a partir de mayo: "Se acabó la temporada y no puedes estar parado. Pero entrenas tú solo sin objetivos ni metas, solo para mantenerte. Era difícil a nivel mental".
