Aunque los mejores amantes del sol y la playa ya pudieron disfrutar de elevadas temperaturas durante los meses de abril y mayo, lo cierto es que las Rías Baixas han entrado en el verano (y en el mes de julio) con un episodio de inestabilidad que no se corresponde para nada con lo que suele ser habitual en estas fechas. Ello no ha impedido la contratación del ya habitual servicio de socorristas en la playa fluvial de Monte Porreiro, en uno de los faldones del Lérez, que este año cumple su décimo aniversario como refugio alternativo para quienes deciden huir del calor sin la necesidad de emplear medio de transporte alguno, bien desde la citada urbanización, bien desde el centro de Pontevedra.
La llegada de los socorristas es preludio de una semana en la que ni siquiera los meteorólogos se atreven a efectuar una predicción. MeteoGalicia señala que la situación climática es de lo más cambiante, y aunque los modelos aportan información que apunta a que en el Sur de Galicia subirán las temperaturas (hasta los 30 grados en Pontevedra en los próximos días), tampoco descartan la presencia de nubes e incluso de episodios tormentosos, en un panorama de lo más inestable para esta época del año.
Las previsiones a medio plazo, que apuntaban a un verano "más cálido de lo habitual", no se están cumpliendo por el momento.
El nivel del resto de embalses de la provincia es similar o incluso superior al del acuífero pontevedrés
EMBALSES. El estado de los embalses de abastecimiento en este inicio de verano en las Rías Baixas es inmejorable. En el caso de la presa de O Pontillón de Castro, que actúa de principal reserva para el término municipal de Pontevedra y para otros del entorno de la Boa Vila, su ocupación actual, según los datos que ofrece Augas de Galicia, supera el 95 por ciento.
El nivel del resto de embalses de la provincia es similar o incluso superior al del acuífero pontevedrés. Así, la presa de Eiras, que sirve para abastecer el área metropolitana de Vigo, se halla en estos momentos al 99 por ciento de su capacidad, preparada para hacer frente a cualquier hipotético episodio de sequía que se pueda presentar en los próximos meses.
Tampoco es mala la referencia relativa al caudal y al nivel del río Lérez a 1 de julio. Las cifras son de lo más tranquilizador y permiten pensar en que O Pontillón podrá mantenerse cerrado y el agua del citado río será suficiente para el abastecimiento de los ciudadanos en los próximos meses.
