Más de un centenar de padres y madres de alumnos de los centros escolares de Soutomaior se concentraron este domingo ante el Instituto recién inaugurado en el municipio para protestar contra los recortes con los que se ha puesto en marcha el centro y contra las deficiencias del mismo, que, entre otras cosas, carece de una cafetería dimensionada para el alumnado (solo 24 sillas para 400 alumnos), de salón de actos o de patio cubierto para salir a los recreos en días de lluvia.
El acto consistió en una concentración pacífica, en la que los padres y madres de las ANPA portaron una pancarta en contra de los recortes en la enseñanza pública. El acto no estaba convocado por ningún partido, pero contó con apoyo del BNG y PSdeG y con la presencia del diputado autonómico del Bloque Luís Bará.
El detonante de la protesta fue la situación del transporte escolar en el municipio, que sufrió una profunda reorganización desde la apertura del IES, con la supresión de paradas para los alumnos que viven a menos de dos kilómetros y con la unión de los niños de Infantil, Primaria y Eso en algunos transportes, lo que ocasiona desajustes de hasta 45 minutos en el horario de los más pequeños.
Alumnos de Educación Infantil y Primaria tienen que esperar hasta 45 minutos en el bus antes de volver a sus casas
Las madres y padres de alumnos recordaron que llegan a esta medida después de hablar con la dirección del centro, "que non pode ofrecer solucións sen autorización de Educación", con el alcalde e incluso de que la Fanpa (Federación de Asociacións de Nais e Pais) se reuniese con la Consellería de Infraestruturas e Transportes.
Como consecuencia de la reorganización, la Xunta ha decidido unir el transporte de regreso de los niños del Ceip Padín Truiteiro (a partir de tres años de edad) y los del IES, de modo que los primeros tienen que estar hasta tres cuartos de hora en el bus, a mediodía, antes de volver a sus casas ya que los horarios de ambos centros son distintos. Por otra parte, un número significativo de niños se queda sin derecho al transporte público y han desaparecido paradas de Arcade. La comunidad escolar relata que el IES está fuera del núcleo urbano, de modo que, atendiendo a la normativa endrían ese derecho. El cambio obliga a algunos niños a recorrer dos kilómetros a pie algo que, en invierno, a los padres les parece complicado e injusto.
Además, recuerdan que el IES carece de comedor, aunque este sí se ofreció en la matrícula a los padres, de modo que muchos se han visto sin esta posibilidad de conciliar y teniendo que reorganizar su vida laboral porque "o servizo se suprimiu sen darnos explicación".
El BNG local ha solicitado la celebración de un pleno extraordinario para hablar de estas carencias.
