Su vida está en el agua

Diego comenzó a jugar al waterpolo con 11 años y, a día de hoy, es cadete y entrena y compite con el primer equipo del CW Pontevedra

Diego Touriño. RAFA FARIÑA
photo_camera Diego Touriño. RAFA FARIÑA

DIEGO comenzó a jugar al waterpolo cuando tenía 11 años debido a que su padre forma parte de la Federación Española de Natación y lo llevó a ver el Mundial de Barcelona en el año 2013. En ese momento Diego vio a los jugadores de waterpolo y decidió que ese era su deporte. A día de hoy se encuentra en categoría cadete y juega con el primer equipo del Club Waterpolo Pontevedra. Además, a sus espaldas lleva dos convocatorias con la selección gallega y un gran número de campeonatos de España disputados.

Dos años después de ver, por primera vez, un encuentro de waterpolo ingresó en el club y comenzó a jugar. Su progresión ha sido muy buena en estos años y eso le ha llevado a tener la oportunidad de crecer como deportista. "Nunca se me dio mal el deporte de balón, y eso también me ayudó bastante en esos aspectos", afirma el propio Diego.

En los años que lleva practicándolo acudió a ocho campeonatos de España de diversas categorías. Dos de ellas fueron con la selección gallega, que lo llamó cuando estaba en categoría infantil. Además, a parte de jugar con los chicos de su categoría, también acudió con otros mayores, lo que le aportó un gran conocimiento y preparación física.

Al hablar sobre sus entrenamientos y partidos con el primer equipo del club, siendo todavía cadete, explica que lo que más le cuesta es la parte más física debido "a mi condición física, ya que so bastante delgado y me cuesta algo más, pero cuando llega la hora de saltar al agua ya me manejo bastante bien". Actualmente su nivel de entrenamientos es bastante exigente, ya que se prepara cinco días a la semana entre dos y tres horas al día.

Antes de dedicarse al waterpolo probó otros deportes bastante diferentes. Comenzó en el fútbol cuando era muy pequeño a la vez que practicaba también natación. Con el paso de los años decidió dejar la natación de lado debido a que "no era un deporte que me llamaba mucho la atención, no me parecía muy productivo". Además, los estudios comenzaron a quitarle tiempo y decidió quedarse solamente con un deporte. Y sin dudar eligió el waterpolo, al que espera dedicarse durante mucho tiempo más.

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