El sexo libre entre desconocidos en las dos zonas de descanso de la AP-9 más próximas a Pontevedra, en Bértola, ha pasado de ser un problema para los vecinos de Vilaboa a ser un tema de agenda para la subdelegada del Gobierno, Ana María Ortiz Álvarez.
La propia Subdelegación confirmó ayer que la máxima responsable del organismo ya ha mantenido una reunión para tratar el asunto. Se trataría de un encuentro en el que únicamente participaron los representantes de los vecinos y comuneros afectados y el PP, pero no el alcalde de Vilaboa, Luis Poceiro.
Desde entonces, Ortiz Álvarez se mantiene en contacto con Audasa para buscar una solución.
En la reunión los vecinos, éstos insistieron en que el conflicto con estas dos áreas de descanso no lo generan las prácticas sexuales entre desconocidos (cruising, originariamente, y dogging o cancaneo, en su réplica entre heterosexuales). El problema lo genera el hecho de que las personas que disfrutan de esas actividades no se limitan a hacerlo dentro de la autopista, sino que salen del cierre perimetral e invaden el monte, fincas o los aledaños de un depósito de agua potable que abastece a Salcedo y que está en la zona, todo a la vista del resto de los habitantes de A Saxosa, Bértola, y a escasos metros de un hospital geriátrico muy concurrido.
Además de la inseguridad ciudadana y de escenas que los vecinos consideran inoportunas o desagradables, la principal consecuencia de este ir y venir desde la autopista es que las zonas elegidas por quienes protagonizan estos encuentros aparecen sembradas de basura, preservativos, papeles y residuos que hacen que el problema vaya más allá de lo estético, puesto que, por un lado, Audasa se evita tener que limpiar esos mismos residuos dentro de su recinto y, por otro, afecta directamente a la calidad del espacio público y del monte comunal.
Como indicó recientemente el presidente de la Comunidade de Montes de Bértola, David López, "isto crea un problema mesmo cando encargamos limpezas e rareos nas zonas forestais, pois non é xusto que operarios nosos teñan que estar limpando iso".
El papel de la Subdelegación puede ser determinante en este caso para la búsqueda de una solución en la que se implique la concesionaria, pero no así en lo referente a erradicar las prácticas, puesto que, sobre todo los encuentros en el interior de vehículos, no tienen nada de delictivo.
Incluso en los casos en los que parejas o grupos pueden ser vistos desde la calle, para aplicar tipos delictivos como el de exhibicionismo tendrían que darse elementos que probasen la intención de ser vistos con ánimo de provocar y hacerlo ante menores.
Los problemas generados por la avería del torno del área de descanso elegida para el cruising en la AP-9 han desencadenado un rifirrafe político entre PP y PSOE en Vilaboa. Los populares, descontentos con la defensa que el alcalde hace de los vecinos en este problema, le recuerdan que llevan más de un año pidiendo al Pleno que se solucione este asunto. "Ni por su gestión, ni por su labor el problema para los vecinos de Bertola será resuelto", apunta el equipo de Beatriz Rosendo, que recuerda que los vecinos llevan mucho tiempo quejándose de este conflicto y solo su partido se ofreció a mediar y participó en la reunión con la subdelegada.
El PP recuerda que hasta en los plenos, el equipo de Luis Poceiro defendió la tesis de Audasa de que una cancilla con torno es útil para evitar destrozos "e está ben posta", frente a la insistencia de vecinos y populares de que esta ha empeorado el problema.
El alcalde, por su parte, aclaró ayer que no había estado en la reunión, "pero si que nos diriximos, como Concello, a Fomento e a Audasa e fixen dúas visitas ao lugar para coñecer a problemática. De todos os xeitos, non nos interesan medallas nin copas, nin a conta deste nin doutros temas. Nós por suposto que estamos demandando unha solución para este asunto", relató, "e cremos que Fomento é o que ten os medios para facelo, ben obrigando a Audasa, ben con medios propios".
