En tiempos de recogimiento más vale tener vecinos animados que le alegren la vida a una. Es lo que yo echo en falta en esta cuarentena. Tanto, que solo utilizo el balcón para hacer gimnasia, o intentarlo, y para más inri he acabado con agujetas.
Por eso envidio tanto a los vecinos de Barro, que tienen a Johnny Güimil (en la foto), al que poco le falta para convertirse en una leyenda de la cuarentena. Este animado vecino se dio a conocer hace unas semanas por organizar un exitoso vermú para todo el bloque, y lo cierto es que su actividad no para. Su última andadura ha sido un concurso de bandas sonoras de dibujos animados, que incluso fue seguido por el portavoz del PSdeG-PSOE en Barro, Jose Sanmartín, que fue el encargado de anunciar el ganador a través de su cuenta personal en Facebook.
Las redes sociales están siendo, más que nunca, una parte muy importante de mi vida, para poder enterarme de iniciativas tan divertidas como esta, y otras solidarias como la que están llevando a cabo durante estos últimos días varios establecimientos del concello de Marín, que donaron material sanitario y desinfectantes a la Policía Local. Entre ellos está la mítica Confitería Jardín. Los pasteles deberían ser de primera necesidad, estoy deseando pasarme por allí.
Pero no todo va a ser hablar del coronavirus. El Concello de Sanxenxo también se acuerda del medio ambiente sumándose a la iniciativa La hora del planeta por tercer año consecutivo, por lo que este sábado apagará las luces durante una hora en la Avenida de Madrid, Paseo de Silgar, Avenida de Galicia y Rafael Picó, todas ellas calles céntricas del municipio. Además, este año, la organización pide a los ciudadanos que se sumen a la iniciativa lanzando una frase en morse con la linterna de su móvil. Un pequeño gran gesto en el que les animo a participar.
