Tengo una pregunta para usted, Su Santidad

A las dos y diez de la tarde. A esa hora, la misma a la que según las anotaciones de la Iglesia se produjo la muerte de Jesucristo, comparecerá ante las cámaras de la televisión pública italiana Rai Benedicto XVI. Será el próximo 22 de abril, Viernes Santo, una fecha que pasará a la historia por ser la primera vez que un pontífice responde a las preguntas de sus fieles 'en directo'. Eso sí, todas las cuestiones deberán referirse a la figura de Cristo.

Así las cosas, Ratzinger destapó su vena de escritor con la publicación en noviembre del 2010 de Licht der Welt. Der Papst, die Kirche und die Zeichen der Zeit [Luz del Mundo. El Papa, la Iglesia y los signos del tiempo], en el que se pronunció sobre las drogas, el presente de la religión o el preservativo, señalando que "podrían existir casos concretos en el que una persona dedicada a la prostitución utiliza un condón, lo que podría ser un primer paso hacia la moralización", pero matizando que la Iglesia no lo ve en realidad como una verdadera solución, sino como un mal menor en casos como, por ejemplo, la propagación del sida, que no se combate con condones sino "a través de la humanización de la sexualidad". Desde entonces, el Papa trabajó en un nuevo libro que se presentará este jueves, y tiene ya escritas algunas líneas del tercero, sobre la figura del hijo de Dios.

Hasta Pablo VI hacerle preguntas al Pontífice no estaba permitido. Sin embargo, el antecesor de Benedicto XVI en el cargo, el fallecido Juan Pablo II, era partidario de las cuestiones lanzadas de manera directa y respondía espontáneamente. Por contra, Ratzinger quiere todo atado y bien atado, por lo que las preguntas deberán ser enviadas previamente, y el programa se grabará dos o tres días antes de su emisión, probablemente en un estudio privado.

León XIII fue el primer Papa que fue grabado por una cámara en 1896 y Juan XXIII el primero en consentir que se grabara una jornada en su vida. Fue en 1961. Por su parte, Juan Pablo II fue el primer sucesor de Pedro que llamó en directo a un programa de televisión reclamando intervenir. Ocurrió en 1998. Así Benedicto XVI pasará a la historia como el primero en responder a las preguntas de los televidentes, pero con sus condiciones: conociendo las cuestiones, que versarán única y exclusivamente sobre Jesús y contestando en un falso directo.

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