Si otros sectores afrontan las restricciones con resignación, en el sector de la hostelería el ambiente es ya más cercano a la desesperación, tal y como indica la portavoz de los empresarios del sector, Elena Vitoria. Hoempo, que agrupa a hosteleros de Marín, Poio y Pontevedra, recibe la noticia con un enfado generalizado frente a la respuesta que las administraciones están teniendo a la pandemia en lo que se refiere a las medidas restrictivas. Es ya la tercera vez que bares y restaurantes de la ciudad se ven obligados a cerrar, tras el confinamiento de marzo, las restricciones de noviembre y, ahora, la tercera ola, sin tener en cuenta el cierre del ocio nocturno decretado en agosto. El de este martes era, de este modo, el tercer último café de la pandemia.
"Como sector no nos negamos a un cierre por razones sanitarias, pero sí que nos parece injusto que nosotros tengamos que dejar de cerrar mientras los comercios están abiertos. ¿Quién dice que me contagio más en una terraza tomando un café que en una tienda de ropa donde se reúne un montón de gente?", se preguntaba el martes Vitoria.
En este sentido, la portavoz de la asociación pedía revisar los criterios según los cuales se tomaba la decisión de cerrar la hostelería.
En cuanto a las ayudas económicas, Hoempo califica el plan Supera20 del Concello de "fiasco" y las ayudas de la Xunta de "limosna", y exige un plan de indemnizaciones para compensar las pérdidas durante los períodos de parón forzoso del sector.
La marcha saldrá el próximo jueves por la mañana desde Pontevedra y en ella participarán otros colectivos de empresarios y trabajadores del sector, además de Hoempo. Llegarán a la capital gallega la mañana del viernes en donde protagonizarán una protesta exigiendo un rescate para el sector.
"Se puede gestionar esto de otra forma y otros países, y también comunidades autónomas lo están demostrando", explica Vitoria.