Teresa Guerra: "Xa debería ser hora de que fósemos realmente iguais"

Teresa Guerra, en la sede de UGT. GONZALO GARCÍA
photo_camera Teresa Guerra, en la sede de UGT. GONZALO GARCÍA

Teresa Guerra recibió este miércoles el premio 8 de marzo de UGT "moi orgullosa e emocionada" por el reconocimiento del sindicato a toda una vida repleta de retos y superaciones.

Su vida laboral empezó muy joven, con apenas 14 años, en un ultramarinos, y continuó en una empresa que la invitó a marcharse cuando comunicó su intención de casarse. Corría el año 1977 cuando uno de los encargados le trasladó que no aceptaban mujeres casadas, "porque ía ter moitas obrigas e ía perder tempo de traballar". Teresa intentó presionar para que la compañía cambiara de opinión, pero perdió el pulso y se vio obligada a poner fin a su trayectoria en la empresa. "Insistín, pero viñeron a dicirme que, se pretendía seguir traballando, farían o posible para botarme fóra".

Su vida familiar pasó a ocupar el primer plano. Tuvo cuatro hijos y no se reincorporó al mercado laboral hasta años después, cuando le surgió la oportunidad de trabajar en el Hospital Provincial, con su marido ya fallecido. Teresa está muy "agradecida" por el apoyo brindado por los compañeros y jefes del Complexo Hospitalario, sobre todo durante "os momentos baixos". En su caso, la conciliación laboral y familiar no fue fácil, hasta el punto de que su hija mayor era la que se quedaba muchas veces al cuidado de sus otros hijos. "Tamén tiven apoio dos meus pais e os meus irmáns, e así foi como fun trampeando e saíndo adiante", añade.

Teresa opina que la situación laboral de las mujeres ha mejorado, pero también incide en que "xa debería ser hora de que sexamos realmente iguais". A su juicio, quedan muchos "deberes" pendientes como, por ejemplo, la conciliación laboral y familiar, el fin del machismo y el combate contra la violencia de género.

De igual modo, reivindica igualdad de oportunidades para las féminas: "Ás mulleres aínda se lles están pechando moitas portas. Debería haber moitas máis en altos cargos, mandando e cambiando. Ogallá que todo mellore", concluye.

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