Manuel Vidal Araújo dejará de ser el delegado del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de Pontevedra. El pasado miércoles a última hora, el excolegiado pontevedrés fue informado de la decisión de Bernardino González Vázquez, presidente del Comité Galego, y su equipo de trabajo. El cese, que pilló por sorpresa al propio Vidal, ha causado un gran revuelo dentro de la delegación de la Boa Vila. Desde el momento en el que el colectivo arbitral se enteró de la decisión comenzó una movilización que cristalizó ayer con la reunión de aproximadamente medio centenar de colegiados en la sede de la Federación Galega de Fútbol para tratar de "hacer entender" al Comité Galego su "error" y pedirle "una rectificación".
"Esta es, de largo, la delegación arbitral que mejor funciona", lamentaban ayer algunas voces del colectivo arbitral, minutos antes de mantener un cara a cara con Bernardino González Vázquez, responsable de la decisión por "pérdida de confianza", como confirmaron ayer varias fuentes a este periódico.
El cese de Vidal Araújo pilló por sorpresa tanto al equipo de trabajo de éste como al resto del colectivo, que ayer todavía trataba de encontrar el porqué a un cese inesperado e "incomprensible". "Lo hacen ahora porque no hay fútbol", expresaban con lamento los árbitros de Pontevedra, que recalcaban el enorme consenso en torno a la figura de Vidal Araujo. "Esto antes iba mucho peor y con él, hemos mejorado mucho. Somos unos 200 árbitros, hay más mujeres y los resultados están ahí", expresaba el colectivo en referencia a los ascensos de los últimos años, como el de Alejandro Muñiz a Segunda División o Iria Rosendo a Primera Iberdrola, por no mencionar a Rubén Ferrero, en la máxima categoría de fútbol sala, un deporte vinculado también a las competencias de Manuel Vidal.
En principio, la intención del colectivo pasa ahora por tratar de convencer al Comité Galego de Árbitros de la "necesaria" presencia de Vidal Araujo en la delegación. Eso trataban de hacer ayer al cierre de esta edición, durante una reunión convocada a última hora de la tarde en la que González Vázquez explicó a Vidal Araujo los porqués de su decisión.
Por su parte, el todavía delegado de Pontevedra prefirió mantenerse al margen de la polémica, aunque su entorno reconoció lo "inesperado" de la decisión. "No ha habido problema alguno para motivar este cese", apuntaron. Asimismo, desde estas mismas fuentes pusieron en valor el apoyo a la figura de Vidal Araujo, aunque destacaron que lo que menos pretende el exárbitro ahora es orquestar reivindicaciones y "generar un problema" a los colegiados por las protestas.
Los colegiados están "en contra" de una decisión "incomprensible"
¿HUELGA? De no fructificar las negociaciones, el colectivo no descarta ampliar las protestas e incluso organizar una huelga arbitral en Pontevedra una vez el fútbol se ponga de nuevo en marcha.
Los colegiados destacaron la enorme unidad que vincula a la delegación arbitral. "De haber sido la reunión el viernes a las 21.00 horas, por ejemplo, aquí estaríamos muchos más", lamentaban. Además, aseguraron no saber quién puede ser el sustituto de Vidal Araújo. "Lo que está claro es que si toman esta decisión es porque ya tienen un sustituto. A ver quién es el valiente que quiere coger las riendas de esto", afirmaban varios colegiados en sus conversaciones a las afueras de la sede de la Federación en la Praza de Pasarón. De hecho, en algunos corros incluso se argüían "motivos políticos" para explicar una decisión que nadie alcanzaba a comprender.
El Comité Galego de Árbitros es un organismo dependiente de la Federación Galega de Fútbol. De hecho, el propio presidente, Rafael Louzán, eligió a finales de 2015 a González Vázquez como presidente de un Comité que había sufrido turbulencias meses atrás. Unos problemas que acabaron con la dimisión de Fernando Iglesias Figueroa para evitar la huelga de árbitros. Sin embargo, el presidente Louzán no ha intervenido en el cese de Vidal Araújo, ya que el organismo arbitral funciona con cierta autonomía.
Como colegiado, inició su carrera en la temporada 94-95 y 15 años después alcanzó la Segunda División B. En esa categoría fue auxiliar cuatro temporadas. En el año 2014 se retiró y pasó a ser informador, hasta que en 2015 fue nombrado delegado del CTA de Pontevedra.
